Copa Libertadores bajo la lluvia
La ciudad de La Plata atraviesa jornadas de intensas lluvias que afectan directamente a la programación de la Copa Libertadores. El partido de Estudiantes de La Plata contra Cerro Porteño, correspondiente a la vuelta de los octavos de final, está bajo la lupa de la Conmebol, ya que el mal estado del campo de juego podría comprometer el normal desarrollo del encuentro.
La potestad de suspender o dar inicio al partido recae en el árbitro venezolano Jesús Valenzuela, quien deberá evaluar si la pelota rueda con normalidad sobre el césped del Estadio UNO Jorge Luis Hirschi. Este es el criterio principal que establece el reglamento del torneo para garantizar un juego fluido.
El protocolo indica que, en caso de suspensión, el compromiso deberá reprogramarse 24 horas después o en una nueva fecha consensuada si las condiciones no mejoran. Además, la reglamentación estipula que la decisión puede tomarse hasta tres horas antes del inicio o incluso durante el mismo encuentro, si el campo se vuelve impracticable.
La situación no es aislada: varios partidos disputados en Argentina durante esta semana de Copa Libertadores se vieron afectados por lluvias constantes, que si bien no fueron de carácter tormentoso, sí provocaron complicaciones en distintos estadios.
A medida que se acerca la hora del pitazo inicial, las miradas se concentran en el estado del campo de UNO y en la decisión que tomará el árbitro, de la cual dependerá si el Pincha y el Ciclón definen su clasificación en la fecha pautada o si deberán esperar