La derrota de Gimnasia 1-0 frente a Platense en Vicente López dejó más que un simple resultado. Marcelo Méndez, visiblemente frustrado, lanzó críticas hacia todos los sectores del club, desde los jugadores hasta la dirigencia, dejando en claro que su permanencia en el banco dependerá del próximo mercado de pases.

En una conferencia de prensa sin precedentes, el técnico dejó un mensaje contundente: "Queremos jugadores que dignifiquen la profesión para armar un equipo competitivo". Estas palabras no solo marcaron su inconformidad con el actual plantel, sino que también señalaron la necesidad urgente de una reestructuración profunda en el equipo.

El problema radica en las limitaciones económicas que atraviesa Gimnasia. La dirigencia ya dejó en claro que no habrá grandes inversiones, pero Méndez fue tajante: sin refuerzos de calidad, su continuidad pende de un hilo. "Necesitamos jugadores que tengan ganas de estar acá", enfatizó, dejando entrever cierta falta de compromiso en algunos futbolistas actuales.

Mientras el técnico prepara el balance de la temporada y proyecta una pretemporada que comenzará el 3 de enero, el clima en Gimnasia es de incertidumbre. La pregunta no es solo quiénes llegarán, sino también si Méndez estará al frente para liderar un proyecto que, hasta ahora, parece atrapado en su propio laberinto.

En un club que históricamente ha luchado por salir de la medianía, las palabras de Méndez no solo son una autocrítica necesaria, sino un llamado a la acción. ¿Responderá la dirigencia o el futuro del Lobo seguirá entre tinieblas?