La reestructuración de la defensa se ha convertido en un tema central para Gimnasia en este mercado de pases. Marcelo Méndez, con un enfoque claro en los objetivos del 2025, priorizó la incorporación de jugadores clave para la línea de fondo, y la secretaría técnica respondió con nombres que combinan experiencia y juventud.

El primer refuerzo confirmó fue Gastón Suso, un central de trayectoria sólida y liderazgo, proveniente de Platense. A él se suma Renzo Giampaoli, un prometedor surgido en Boca, que representa la búsqueda de equilibrio entre talento y proyección. Sin embargo, la llegada de Juan Manuel Villalba es el movimiento que destaca por su potencial: un joven formado en Vélez, titular en el Fortín y considerado por Diego Placente para el próximo Sudamericano Sub 20.

La incorporación de Villalba no solo responde a una necesidad táctica sino también a una visión estratégica. Su perfil zurdo, sumado a su experiencia en selecciones juveniles, lo posiciona como una apuesta de futuro para el Lobo. Si bien llegará libre y firmará por una temporada con opción de compra, su desarrollo puede marcar la diferencia en la defensa de Gimnasia.

Con esta mezcla de experiencia y juventud, el equipo de Méndez busca superar las inconsistencias defensivas que marcaron el último semestre. La línea de fondo, que había comenzado la Liga Profesional con firmeza, perdió solidez tras el receso, convirtiéndose en el foco de atención para el 2025.

El Lobo no solo refuerza su zaga, sino que envía un mensaje: los objetivos se construyen con planificación y visión. La apuesta por Villalba reafirma que el presente y el futuro pueden converger cuando se elige talento con proyección.