En una jugada cargada de estrategia, Sofía "Sopa" Buscio, líder semanal de Gran Hermano, se sorprendió al enviar directamente a la placa de nominados a Martina Pereyra, oriunda de La Plata, y al peruano Renato Rossini. La decisión, que no admite salvatajes, dejó a ambos participantes al borde de la eliminación.

La elección de Sofía, aunque argumentada como "una cuestión de afinidad", evidencia una estrategia calculadora. El joven líder apuntó a dos perfiles fuertes: Martina, quien se mostró como una jugadora competitiva y polémica desde su ingreso, y Renato, un participante con bajo perfil pero potencial de alianzas. ¿Se trata de una movida para consolidar su liderazgo o simplemente una decisión apresurada?

"No llegué a conectar con ella"?? Sofía, líder de la semana, fulminó a Martina?

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— Gran Hermano (@GranHermanoAr) December 11, 2024

Martina, modelo y contadora, llegó a la realidad con una personalidad que no pasa desapercibida. Su actitud frontal y su aversión a las tareas del hogar ya han generado comentarios en redes sociales. Además, los rumores sobre supuestos vínculos con futbolistas, entre ellos Enzo Pérez y jugadores de Estudiantes, sumaron a su creciente popularidad –y controversia–.

Mientras algunos seguidores del programa la ven como una amenaza competitiva, otros cuestionan su capacidad de convivencia. Su postura de "gano o gano", declarada en su presentación, no parece ser un obstáculo para que Martina siga generando interés, tanto dentro como fuera de la casa.