Otro choque en 13 y 530, la esquina más peligrosa de La Plata que pide a gritos un semáforo
La avenida 13, en el tramo que conecta el centro de la ciudad con el norte del partido de La Plata, a través del distribuidor de tránsito Pedro Benoit, que se levanta magestuoso al cruzar la avenida 520, se ha transformado en una verdadera pista de Turismo Carretera.
La amplitud de la 13 a partir de 32 hacia el norte, con sus ramblas verdes y una postura de autovía de cuatro manos anchas y confortables, tal vez haga pensar a la mayoría de los automovilistas que al cruzar la circunvalación están ingresando a una autopista.
Sin embargo, el tramo que va hasta el distribuidor Benoit tiene tres cruces muy peligrosos. El primero y el peor es el de 13 y 530, donde los de 13 aceleran y los de 530 buscan cruzar como sea. El segundo, en 528, es más tranquilo porque a poca distancia están los magnificentes semáforos del cruce con 526, donde todos frenan.
Pero volviendo a la esquina incruzable de 13 y 530, hay que decir que siempre fue peligrosa por estar demasiado cerca de la 32, y si los autos que van al norte cruzan apurados el semáforo que ordena el tránsito caótico de ambas avenidas neurálgicas de La Plata, y llegan a 530 a gran velocidad.
El gran problema lo tienen en realidad quienes buscan cruzar la 13 por 530, ya que eso ocurre en ambas direcciones y sin controles, ni señales claras. Están los que cruzan y los que doblan, que deben primero esquivarse entre ellos y luego pasar como puedan los cuatro carriles de la imponente avenida 13.
A esos, los que van a cruzar 13 por 530, lo que los mata es una plantación de arbustos altos y frondosos en la ramblita central, que no deja ver absolutamente nada de lo que pasa en ambas manos rápidas de la avenida de entrada y salida del casco fundacional de La Plata.
Quien decidió y quien ejecutó la plantación de esos arbustos son unos verdaderos asesinos, y quienes no toman cartas en el asunto teniendo resposabilidad de gestión actualmente, serán los responsables de cada accidente que siga sucediendo en esa terrorífica intersección.
El choque de hoy es anecdótico, uno más de tantos que suceden cada vez más seguido en esa esquina de las catástrofes viales. Lo importante es alertar a las autoridades, que encerradas en sus cómodas oficinas, parecen estar demasiado distraídas en formalismos, mientras la realidad, penosa y cruel, los pasa por encima sin que amaguen siquiera a reaccionar.
Eso si, para sacar decenas de grúas a las calles a llevarse autos mal estacionados (o no tanto, ya que en muchas zonas no están los cordones marcados y se los llevan igual), el secretario de Control Urbano y Convivencia, Víctor Hugo Hortel tiene todo el tiempo del mundo. Eso le trae plata, en cambio el ordenamiento del tránsito para evitar accidentes, no.