Multitudinaria marcha por la Noche de Lápices
Como pocas veces en el pasado, una multitudinaria caravana de estudiantes secundarios se movilizó por Avenida 7 al cumplirse hoy 48 años de la trágica “Noche de los Lápices” que marcó a fuero uno de los capítulos más tristes y recordados de la historia platense.
El 16 de septiembre de 1976, en el contexto de la dictadura militar que catapultó a la presidencia a Jorge Rafael Videla y destituyó a Isabel Perón, un grupo de jóvenes de La Plata fue víctima de uno de los hechos más aberrantes de la historia argentina: el secuestro, la tortura y la desaparición.
Se trata de Horacio Ungaro, Daniel Alberto Racero, Claudio De Acha, María Clara Ciocchini, María Claudia Falcone y Francisco López Muntaner, a los días después se les sumarían Emilce Moler, Patricia Miranda y luego a Pablo Díaz.
De todos ellos, el único sobreviviente fue Díaz, quien durante años recibió homenajes y fue reconocido en la escuela “La Legión” de 12 y 60.
En una escena que rememoró parte de la película que se filmó en la década del ’80 en La Plata “La Noche de los Lápices”, ayer los estudiantes representantes de diferentes escuelas secundarias de la región fueron llegando a Plaza Olazábal después del mediodía.
Tras más de dos horas de concentración en el lugar, la multitudinaria caravana que ya había juntado a más de cinco mil personas después de la tres de la tarde comenzó a marchar hacia la zona del microcentro.
El tránsito estuvo cortado durante toda la tarde y, tras una parada programada en Plaza San Martín, el acto central se realizó en el edificio de Obras Públicas, hacia donde habían marchado los alumnos de las escuelas secundarias de La Plata hace casi cincuenta años pidiendo por la gratuidad del boleto estudiantil para poder viajar gratis en micro para ir a estudiar.
De la movilización formaron parte el intendente de Berisso Fabián Cagliardi, algunos diputados provinciales vinculados al peronismo, pero sobre todo, una enorme cantidad de jóvenes estudiantes que mantienen vigente la memoria de quienes pudieron ser sus padres, tíos o hasta en algunos casos, también abuelos.