En un acto que subraya aún más la represión ejercida sobre la República de Annobón, el régimen de Guinea Ecuatorial ha suspendido la cobertura telefónica e internet en la isla, dejando a sus habitantes completamente aislados del resto del mundo.

La medida ha generado una profunda preocupación tanto a nivel local como internacional. La desconexión de los servicios de comunicación se suma a una serie de actos represivos por parte del gobierno de Teodoro Obiang Nguema Mbasogo, quien ha mantenido un control férreo sobre el país desde 1979. La población de Annobón, ya afectada por la pobreza y la falta de recursos, ahora enfrenta una situación aún más precaria al quedar sin medios de comunicación externos y expuesta al duro escarmiento del régimen, del que no habrá registros.

Desde hace años, los annoboneses han denunciado la opresión y las condiciones de vida inhumanas impuestas por el régimen de Guinea Ecuatorial. La reciente suspensión de las comunicaciones es vista como una estrategia para silenciar las voces disidentes y evitar la difusión de información sobre las violaciones de derechos humanos en la isla. La situación actual es especialmente alarmante debido a la creciente tensión y la reciente escalada de represión contra los ciudadanos annoboneses.

La comunidad internacional ha expresado su condena a esta acción. Durante las últimas horas, la Organización de Naciones y Pueblos No Representados (UNPO) emitió un comunicado en el que se denuncia la detención arbitraria y la tortura de annoboneses por parte del régimen, además de la militarización de la isla y la confiscación de teléfonos móviles. La UNPO se sumó al llamado urgente a la comunidad internacional para que intervenga y aborde esta crisis humanitaria.

La población de Annobón sigue firme en su lucha por la autodeterminación y la libertad, pero la falta de comunicación dificulta la coordinación de esfuerzos y la obtención de apoyo externo. A pesar de los esfuerzos del régimen por sofocar la resistencia, los annoboneses continúan demandando justicia y el reconocimiento de sus derechos.

Los hechos reflejados por el corresponsal de la agencia de noticias Realpolitik, Santiago Sautel, estremecen al mundo.