La más reciente Encuesta de Hoteles de La Plata (EHLap), elaborada por investigadores de la Facultad de Ciencias Económicas de la UNLP, arrojó datos alarmantes. Entre julio y septiembre, las "pernoctaciones" cayeron un 15,1% respecto al mismo período del año anterior, mientras que el promedio mensual de viajeros se redujo un 9%, alcanzando apenas 13.251 personas.

La tasa de ocupación también sufrió un desplome, pasando del 52,2% en 2023 al 37,4% actual. Esta caída se agudiza aún más al considerar el crecimiento de la oferta hotelera, que aumentó un 19% interanual, intensificando la competencia en un mercado ya debilitado.

Estos datos no son solo cifras: son un llamado de atención sobre el rol del turismo como motor económico en La Plata. A pesar del impacto de eventos como el Congreso Argentino de Dermatología, la estadía promedio de 1,5 días y el predominio de viajeros de CABA y la Provincia de Buenos Aires evidencian un mercado limitado y concentrado.

El aumento de precios del 186,5% interanual, impulsado por la inflación, no ayuda a revertir esta tendencia. Al contrario, encarece el destino y desincentiva a los turistas potenciales.

El desafío para el sector y las autoridades locales es claro: diversificar la oferta turística, atraer más viajeros internacionales y generar incentivos económicos que sostengan la actividad. De lo contrario, La Plata corre el riesgo de consolidar su lugar como una ciudad de paso, en lugar de un destino turístico estratégico.