El Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina ha presentado un informe que arroja luz sobre la preocupante situación del narcomenudeo y el consumo de drogas en los barrios del país. El documento busca contribuir al debate público y ofrecer un diagnóstico exhaustivo de esta problemática.

Según el informe, la venta de drogas en los barrios afecta principalmente a las poblaciones más vulnerables, exacerbando la falta de políticas públicas efectivas y la normalización del consumo de sustancias.

Las causas del consumo son diversas y van desde la búsqueda de identidad hasta el alivio temporal del estrés, la ansiedad y la depresión, lo que genera un impacto negativo no solo en el individuo consumidor, sino también en toda la familia.

El estudio destaca la urgencia de abordar este complejo problema desde dos ángulos: la oferta y la demanda, para encontrar soluciones adecuadas. Según el informe, se observa un aumento sostenido de la venta de drogas en los barrios en los últimos años.

En el año 2023, el 30% de los hogares identificó la venta de drogas en su barrio. Esta situación se presenta en el 18,7% de los hogares de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y en el 35,6% de los hogares del conurbano bonaerense.

La ausencia de vigilancia policial incrementa el riesgo de venta a un 41,5%, mientras que en barrios con presencia policial el número se reduce a un 25,6%.

La percepción de venta de drogas alcanza el 62% en villas de emergencia y el 70,5% en barrios de viviendas sociales. Los resultados muestran un aumento en la percepción de venta y/o tráfico de drogas conforme aumenta la vulnerabilidad socioeconómica.

La universidad también ha presentado datos desagregados por los principales aglomerados urbanos del país. El problema aparece con mayor prevalencia en los barrios con baja vigilancia policial del conurbano y del Gran Rosario. Además, el riesgo aumenta en niveles socioeconómicos más bajos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

El informe advierte sobre el riesgo de convertirse en un "narcoestado" y destaca la necesidad de abordar esta problemática de manera prioritaria. En un contexto de crisis socioeconómica y aumento del trabajo informal, la falta de políticas preventivas y represivas agrava la situación.

La sociedad se enfrenta a una epidemia que afecta principalmente a la población joven y económicamente activa, destruyendo la base productiva del país. Sin embargo, la normalización del consumo de sustancias dificulta la lucha contra esta problemática, lo que requiere un abordaje integral y urgente por parte del Estado y la sociedad en su conjunto.