En una respuesta contundente al reciente ataque a tiros sufrido por un repartidor en La Plata, un numeroso grupo de más de 200 repartidores se congregó en la Plaza Moreno para exigir mayor seguridad en su labor diaria. La movilización buscó poner de manifiesto la vulnerabilidad de quienes trabajan en el sector y expresar su disposición para colaborar con las autoridades en la mejora de la situación.

Mariano Pared, uno de los repartidores presentes en la manifestación, destacó que la iniciativa no es un simple reclamo, sino un esfuerzo por ponerse a disposición del Municipio y hacer oír sus voces. Explicó que la creciente tasa delictiva, ejemplificada por el reciente ataque, ha agotado la paciencia de los trabajadores y enfatizó la necesidad de bajar el índice delictivo en aumento.

El repartidor también subrayó la falta de gremios en el sector, destacando la unidad entre los trabajadores. Destacó que al tocar a uno, están todos unidos. La movilización fue recibida por las autoridades locales, quienes se comprometieron a trabajar junto a los repartidores para abordar la problemática de seguridad en las calles de la ciudad.

Mariano compartió las dificultades adicionales que enfrentan, desde la presión de entregar cajas líquidas diarias hasta el aumento de los costos de repuestos de vehículos. Explicó que la exposición constante los hace blanco fácil para los delincuentes, quienes actúan con impunidad. La preocupación por la seguridad de los repartidores se intensifica en un contexto donde, según el repartidor, "la vida nuestra no vale nada para ellos".

En cuanto al estado de salud del repartidor baleado, Mariano informó que se encuentra estable y en evolución en el Policlínico San Martín. Aunque hubo riesgo de perder la pierna izquierda debido a las heridas, los médicos lograron salvarla a tiempo. La solidaridad entre los repartidores fue crucial, ya que la rápida comunicación permitió la asistencia oportuna al joven herido.