Desde hace meses los trabajadores de la Guardia Urbana que cumplen funciones en el Pasaje Dardo Rocha, 50 entre 6 y 7, vienen reclamándoles a las autoridades mayores controles para aquellos laburantes que no asisten a sus lugares de trabajo y perjudican al resto. Refieren que existen excepciones en el trato.
Una fuente vinculada a los trabajadores que prestan servicio en la ex estación de trenes platense, contó que “como en todos lados, se hacen excepciones con gente que no viene a trabajar y recargan siempre al mismo personal. Mientras que no venga alguien a controlar, así vamos a seguir trabajando”.
La Guardia Urbana de Prevención que colabora en la lucha contra el delito fue creada por la administración de Julio Garro con la contratación de 170 a principios de año y con la necesidad de llegar a los 500 para cumplir con todas las expectativas puestas en cubrir distintas dependencias.
Para el caso de los trabajadores del Pasaje Dardo Rocha, que serían casi una veintena, no existen reemplazos, por lo que la ausencia de trabajadores -suelen ser siempre los mismos- el recargo perjudica a los que sí realmente se comprometen con su fuente de ingresos.
Por último, dejaron trascender que otro de los pedidos que realizan los trabajadores tiene que ver con la ropa que les fue dotada. De tantos lavados, la misma ya no se encuentra a tono con la pulcritud que deben presentar los guardias; las tonalidades se van apagando y la ropa ya aparece muy gastada.
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