En las elecciones europeas del domingo, Vox, liderado por Santiago Abascal, logró asegurar solo 6 escaños, quedando significativamente rezagado detrás de los partidos tradicionales de la nación ibérica.

El Partido Popular (PP), de orientación centro-derecha, emergió como el gran ganador del día, seguido de cerca por el oficialista PSOE (Partido Socialista Obrero Español). Sin embargo, un candidato de ultraderecha sorprendió al restarle terreno a Vox.

Estos resultados tuvieron repercusiones en Argentina, especialmente debido al fuerte apoyo que el presidente Javier Milei había manifestado hacia Vox, lo que generó tensiones en la relación bilateral.

A pesar de que las encuestas locales anticipaban un resultado similar al obtenido, Vox alcanzó solo el 9,62% de los votos, cumpliendo con las expectativas previas. Por otro lado, el partido SALF, liderado por Alvise Pérez, emergió como un competidor inesperado en el ámbito de la ultraderecha, obteniendo un 4,58% de los votos y 3 eurodiputados.

Vox aumentará su presencia en el Parlamento Europeo de 4 a 6 escaños, aunque aún se sitúa muy por detrás del tradicional Partido Popular (PP), que aseguró 22 legisladores con el 34,18% de los votos.

El PSOE, al que pertenece el actual presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, obtuvo el segundo lugar con el 30,19% de los sufragios y 20 diputados.

Las tensiones entre Argentina y España se agudizaron durante un acto de Vox en Madrid, donde Javier Milei criticó duramente al socialismo, desatando un conflicto que culminó con la retirada de la embajadora española en Buenos Aires.

El cruce de críticas entre ambos presidentes se trasladó también a las elecciones europeas, donde Milei celebró la derrota del PSOE a pesar del bajo desempeño de Vox. El presidente argentino destacó el retroceso electoral del oficialismo español, lo que refleja una influencia directa del movimiento liderado por Milei.