El pasado 3 de mayo, siete trabajadores de la empresa Industrias F.C. Secco, quienes se desempeñaban en la central térmica del Ceamse de Ensenada, fueron despedidos sin ningún aviso ni causa aparente. Esta planta, dedicada a la generación de energía a partir del biogás producido por residuos, se encuentra ahora en una situación crítica, al borde del cierre.
La central térmica de Ensenada, que procesa 29.950 toneladas de basura al mes de localidades como La Plata, Berisso, Ensenada, Brandsen y Magdalena, transforma el biogás en energía eléctrica, abasteciendo a miles de habitantes. Sin embargo, los despidos han paralizado la planta, provocando la liberación de gas metano al ambiente y aumentando los problemas de contaminación en una región ya gravemente afectada por la presencia de refinerías y plantas de tratamiento de coque.
La instalación del relleno sanitario de Ceamse ha sido históricamente resistida por los vecinos de la región, quienes han denunciado la grave contaminación que produce. En varias ocasiones, estos vecinos se han organizado en asambleas ambientales y han llegado a bloquear el acceso de basura al Ceamse como medida de protesta.
Ceamse de Ensenada es una sociedad estatal creada por el gobierno de la Provincia y de la Ciudad de Buenos Aires. Las tareas dentro del relleno son tercerizadas a distintas empresas, siendo Industrias F.C. Secco una de ellas. Tras ganar la licitación, esta empresa creó Secco Renovar, una nueva empresa tercerizada, para precarizar un poquito más las condiciones laborales de los trabajadores, bajo el título de "generar empleo". Esta es la empresa que cerró sus puertas y dejar a 7 familias en la calle. ¿Causalidad, casualidad o conveniencia por el ajuste de Milei? es la pregunta que circula entre los pasillos del Ceamse.
A pesar de la situación, los gobiernos responsables de la sociedad estatal parecen jugar al gallito ciego ya que no se han expresado al respecto. Incluso, se acusa también al intendente ensenadense, Mario Secco, por "mirar para otro lado", ignorando la condición laboral y los despidos que suceden bajo sus narices.
Los trabajadores despedidos, miembros de la agrupación A.T.E.M. y organizados dentro de la Federación de Trabajadores de la Energía de la República Argentina (Fetera) y la CTA-A, no han recibido apoyo de la CTA ni de sus principales dirigentes. Sin embargo, los trabajadores han respondido con distintas acciones en asamblea, reclamando la urgente reincorporación.