Estudiantes de La Plata comenzó mostrando su valía dejando su huella en la Sudamericana, tras vencer a Oriente Petrolero por la mínima diferencia en un emocionante encuentro disputado en tierras bolivianas.

A pesar de las adversidades que se presentaron en el campo de juego, con dos jugadores expulsados en momentos clave del partido, el equipo de Eduardo Domínguez supo imponer su juego y llevarse tres puntos vitales para su clasificación en el Grupo B.

Desde el inicio del encuentro, el Pincha mostró su autoridad en el terreno de juego, con una formación táctica que buscaba ensanchar a los bolivianos y lastimar por el centro con los volantes entre líneas. Aunque los Verdolagas intentaron plantar cara, no representaron un peligro real para el León, ni a la hora de marcar ni a la hora de progresar.

Sin embargo, la mala fortuna se hizo presente para Estudiantes, que sufrió la baja de Santiago Ascacíbar tras una acción polémica que involucró el VAR. Pero incluso con diez hombres en cancha, el equipo argentino continuó siendo protagonista, moviendo el balón con inteligencia y buscando espacios para llegar al área rival.

Y llegó el gol de la victoria, gracias a una espectacular jugada colectiva liderada por Benjamín Rollheiser, quien asistió de manera magistral a Leonardo Godoy, incisivo por la banda derecha, para empujar la pelota al fondo de la red.

Ni siquiera la expulsión de Luciano Lollo, que dejó al equipo con nueve hombres, fue suficiente para que Oriente Petrolero lograra tomar un papel dominador. Los argentinos se defendieron con uñas y dientes, controlando los balones aéreos y resistiendo el asedio del rival.

Al final, el marcador no se movió y Estudiantes se llevó un triunfo que demuestra su capacidad para ganar con la camiseta. La hinchada albirroja celebró con euforia el primer paso de su equipo en su camino hacia la gloria continental. Y es que, como bien dice el refrán popular, "la historia pesa" y el Pincha lleva la suya a cuestas con orgullo y determinación.