El tamaño si importa: el debate sobre un gran desayuno y el síndrome metabólico
Hay dos tipos de personas en este mundo: los que se saltan el desayuno y los que no pueden arrancar el día sin esa primera comida. Para estos últimos, es crucial que lo que se consuma después de unas horas de descanso digestivo sea lo más saludable y nutritivo posible.
Un estudio publicado en la revista Nutrients estableció una relación entre el tamaño del desayuno y el síndrome metabólico, una condición que está en aumento y que implica sufrir al menos tres de las siguientes patologías: obesidad, triglicéridos elevados, colesterol HDL bajo, hipertensión arterial y diabetes. Según la investigación, el tamaño del desayuno juega un papel clave en la prevención de esta condición.
La Dra. Cristina Lasheras Mayo, profesora del Departamento de Biología Funcional de la Universidad de Oviedo y una de las autoras del estudio, explicó que muchos estudios han concluido que el desayuno es una de las comidas más importantes del día. La relación entre el tamaño del desayuno y el síndrome metabólico no había sido estudiada hasta ahora.
Los investigadores señalaron que consumir entre un 15% y un 30% de las calorías diarias en el desayuno reduce el riesgo de desarrollar obesidad, hipertensión, daños vasculares y diabetes, entre otras enfermedades. Además, la termogénesis, es decir, el gasto calórico para absorber, metabolizar y almacenar los nutrientes, es mayor en las primeras horas del día que en las posteriores.
Un desayuno completo y equilibrado, según la Academia de Nutrición y Dietética (AND), debe incluir una combinación de carbohidratos complejos, proteínas y grasas saludables. Amelia Platón, nutricionista y exconcursante de MasterChef España, recomienda una fórmula ideal para construir desayunos saludables sin esfuerzo, incluyendo proteínas, carbohidratos de absorción lenta y grasas saludables.
Algunas opciones saludables para desayunar siendo adulto son: café con leche, tostadas con aceite de oliva y jamón serrano, jugo de naranja y yogur; té con fruta, queso fresco y tostada; leche con cereales, yogur y compota de manzana; huevo duro y fruta; o simplemente un vaso de yogur.
La cantidad de calorías que necesita un adulto varía entre 2000 y 2200 por día, dependiendo de factores como la actividad física y el metabolismo. Es importante ajustar la ingesta calórica según las necesidades individuales, como en el caso de los deportistas o aquellos que buscan perder peso.