Entre una mezcla de bronca e indignación, los vecinos de una verdulería de calle 7 entre 55 y 56 denunciaron a la dueña del local de haber dejado sola y encerrada durante varias horas a una nena de menos de tres años que forma parte de una familia numerosa que trabaja en el lugar.

La situación quedó en evidencia durante la madrugada, cuando se escucharon llantos y pedidos de ayuda del interior del local que está en la misma cuadra de una iglesia evangélica.

Tras un llamado a la policía, los bomberos tuvieron que forzar uno de los portones para rescatar a la pequeña niña y minutos después de las ocho de la mañana se la devolvieron a su madre.

“No la dejé sola toda la noche como andan diciendo. Fui hasta un lugar que queda acá a dos cuadras y ya venía”, se excusó la dueña, quien para realizar su negligencia bajó la persiana y dejó el negocio cerrado. +

Los vecinos, en cambio, denunciaron que la menor estuvo sola llorando toda la noche.

Ante el cruce de versiones, la policía no le negó la guarda a su progenitora, pero se iniciará una investigación sobre las condiciones en las cual está la menor y se buscará comprobar si evidentemente existió en términos jurídicos el abandono de persona por parte de quien la tiene el guarda.