Calladito para verse buenito: el padre y asesino de Francesca no quiso hablar ante la justicia
El crimen de Francesca Fernández, de apenas 5 años, a manos de su propio padre, Hugo Orlando Fernández, conmociona a Berisso y pone nuevamente en el centro de la escena la alarmante desprotección en casos de violencia familiar.
En su declaración indagatoria, Fernández, de 35 años, optó por guardar silencio ante la fiscal Ana Medina. Mientras tanto, las pericias psiquiátricas preliminares concluyeron que el acusado era consciente de la criminalidad de sus actos. Esto refuerza una posible imputación por homicidio triplemente calificado, delito que contempla la pena de prisión perpetua.
El trasfondo de este caso revela un historial preocupante: denuncias previas por violencia de género y una orden de restricción vencida en mayo de 2023 que no fue renovada. ¿Cómo es posible que señales tan evidentes de peligro no activaran un sistema efectivo de protección para Francesca?
La madrugada del crimen, tras una discusión con la madre de la niña, Fernández presuntamente apuñaló a su hija mientras dormía. Su intento de suicidio posterior no logró ocultar el horror de un acto que no solo arranca la vida de una inocente, sino que deja al descubierto la falla sistemática para prevenir tragedias familiares.
Este caso interpela a una sociedad que muchas veces minimiza la violencia en el ámbito doméstico. Francesca no tuvo quien la salvara; que su muerte no quede en silencio es responsabilidad de todos.
