Las cajas de luz de La Plata presentan un estado lamentable, poniendo en riesgo la seguridad de los vecinos y generando un gasto extra en las facturas de energía. La empresa contratista de EDELAP, encargada de registrar la medición de corriente, es señalada como la principal responsable de esta situación.

Tapas rotas, ausentes o aseguradas precariamente con materiales como cartón o cinta adhesiva son una constante en las calles platenses. Los operarios, en lugar de utilizar las llaves correspondientes, suelen forzar las puertas de las cajas, dejándolas expuestas a las inclemencias del tiempo y al acceso de personas ajenas.

Esta práctica no solo daña las instalaciones, sino que también puede provocar cortocircuitos e incendios. Además, si una caja de luz se moja, el medidor puede registrar un consumo de energía mayor al real, generando un sobrecargo en la factura del usuario.

La falta de mantenimiento y la desidia de la empresa contratista son evidentes. Incluso en el caso de los medidores electrónicos, que no requieren una lectura mensual, los empleados suelen dañar las tapas al momento de realizar la inspección.

La situación se agrava por la presencia de cables expuestos y huecos en las cajas, convirtiéndolas en un peligro inminente para quienes transitan por las calles. Niños, adultos mayores y personas con movilidad reducida están expuestos a sufrir accidentes al entrar en contacto con estas instalaciones defectuosas.

Es urgente que las autoridades tomen cartas en el asunto y exijan a la empresa contratista de EDELAP que cumpla con las normas de seguridad y realice un mantenimiento adecuado de las cajas de luz. La vida y la seguridad de los vecinos no pueden seguir estando en juego por la negligencia de una empresa.