Con la llegada de las vacaciones de invierno, mientras muchos platenses comenzaron a recorrer los parques y espacios verdes que tiene la ciudad, la pregunta recurrente de cada año se hace presente: ¿qué pasará con el viejo zoológico que cerró en el 2018?
En el predio, durante los dos años de restricciones fuertes de la pandemia, se preservaron las especies que habían formado parte del zoológico hasta el año en el que se determinó su cierre y que hasta el momento no pudieron ser trasladadas otro hábitat por considerar imprudente esta decisión.
El propio intendente Julio Garro, en contacto con este multimedio, reveló que todavía “hay unos cuantos animales que, en el caso de ser liberados o dejados en una selva o en un santuario, podrían terminar muriendo ya que se acostumbraron a crecer en cautiverio”.
De acuerdo a lo informado por el jefe comunal a este diario, se está evaluando una posible separación territorial del predio del viejo zoológico para dejar a los animales que todavía permanecen en ese lugar en un sector y darle lugar al público con la apertura del futuro Bioparque en otro. Es decir que la intención es crear un recorrido con un sendero en el cual se busque concientizar a los futuros visitantes de la necesidad de no encerrar a las especies y realizar un homenaje o monumento en donde estuvieron las antiguas jaulas, a las especies que alguna vez pasaron por este lugar.
Según se supo, el recorrido podría iniciarse de forma oficial en el 2023; arrancaría por el portón principal del predio y hasta tendría una nueva habilitación en el sector de la vieja estación de tren que tenía el zoológico, conectando con uno de los laterales del predio que desemboca frente al Museo de Ciencias Naturales.
De esta forma, tal cual ocurre en la zona de Palermo en la Ciudad de Buenos Aires, el futuro Bioparque tendría su ingreso principal por la avenida Iraola, pero podría comunicar con el resto del recorrido que ofrece el paseo del Bosque, como ocurre en Buenos Aires con los bosques de Palermo que están detrás del viejo zoológico porteño, hoy devenido en Bioparque.
Para todo esto, desde la comuna se pensó en la posibilidad de acercar empresas o emprendedores dispuestos a invertir en la explotación comercial del predio, que contaría también con un sector gastronómico, juegos para los niños y una serie de animaciones digitales vinculadas a la historia de los animales que pasaron por el lugar, como los elefantes, los leones, los hipopótamos y otras especies que ya fueron derivadas a santuarios o reservas. Fuente: red92.com