La noche del miércoles, la tranquilidad de los alrededores del Estadio Único de La Plata se vio interrumpida por una situación insólita: Christian Geada, director provincial del Grupo de Apoyo Departamental (GAD), intentó ingresar al recital de Los Piojos en un cuatriciclo, acompañado de tres personas. El intento de violar el control de seguridad terminó con una valla derribada y un guardia de seguridad herido.

Las imágenes del suceso rápidamente se viralizaron, mostrando a Geada, un alto oficial de la Policía Bonaerense, forzando el paso por una valla y atropellando a uno de los trabajadores. La indignación de los testigos fue palpable, con gritos de protesta y reproche. Este hecho no solo es un desliz personal, sino un claro abuso de autoridad de un funcionario público encargado de garantizar la seguridad en eventos masivos.

A raíz de la controversia, Geada fue desafectado de sus tareas y enfrenta una investigación penal por parte del fiscal Álvaro Garganta. Las posibles acusaciones incluyen "abuso de autoridad" y "violación de los deberes de funcionario público". Este episodio no solo pone en evidencia la falta de ética de un miembro de las fuerzas de seguridad, sino también la fragilidad de los controles de acceso en eventos masivos.

El hecho también pone en tela de juicio el comportamiento de los oficiales en situaciones de poder, especialmente cuando se trata de abusar de su autoridad. En este contexto, la sanción correspondiente será clave no solo para la credibilidad de las fuerzas de seguridad, sino para la confianza del público en la seguridad de los eventos públicos en la provincia de Buenos Aires.