Durante las jornadas del miércoles 2, jueves 3 y viernes 4 de noviembre, la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) celebrará sus elecciones en cada una de las 17 unidades académicas. Las agrupaciones terminan de cerrar sus negociaciones para definir las alianzas ya que el plazo para presentar las listas vence mañana.
Las agrupaciones tendrán tiempo hasta el martes para presentar las nóminas con sus candidatos para los comicios que se desarrollarán los días 2, 3 y 4 de noviembre. ¿Qué lugares se ponen en juego?
En cada unidad académica se ponen en juego 5 representaciones del claustro estudiantil. La lista que más votos obtenga se quedará con tres lugares, mientras que cada una de las dos primera minorías tendrán un representante siempre y cuando superen el 20% de los sufragios.
El estatuto aclara que “en caso de que solo una minoría alcanzara el 20%, la representación restante se adjudicará a la lista que obtuvo la mayoría” y que “cuando ninguna lista haya alcanzado el 20% de los sufragios válidos computados en las respectivas elecciones, las representaciones se adjudicarán íntegramente a la lista que obtuviere la mayor cantidad de votos”.
Recordemos que entre marzo y abril se llevaron adelante las elecciones correspondientes al período 2021. En noviembre se volverán a realizar los comicios para que el calendario quede ajustado y que los estudiantes voten en noviembre de cada año de cara a los próximos ciclos lectivos.
Franja Morada fue el gran ganador en las elecciones de principios de año quedándose con la conducción del centro de estudiantes en 9 de las 17 facultades: Psicología, Derecho, Informática, Económicas, Ingeniería, Arquitectura, Veterinarias, Agronomía y Astronomía. El resto de las facultades quedaron en manos de La Cámpora (Artes y Periodismo), el MOI (Odontología), el Frente Natural (Naturales), la JUP (Medicina), el Colectivo Estudiantil (Exactas) y La Mella (Humanidades y Trabajo Social).
El escenario parece ser similar al de las últimas elecciones, con una Franja Morada fortalecida a partir de la base de apoyo que consiguió en abril y un peronismo estudiantil debilitado y con dificultades para lograr alianzas debido a las fuertes internas entre la Juventud Universitaria Peronista y La Cámpora.