Insólito y pintoresco suceso en La Plata y Berisso. Ni más ni menos que por una salchipapa. En las últimas horas, se armó el revuelo del siglo en el límite entre estas dos ciudades cuando un tipo que debía cumplir su condena en su casita, con tobillera electrónica y todo, se mandó el moco de salirse del radio permitido ¡por una salchipapa!
Mirá vos lo que pasó: este pibe tenía la posta de que lo estaban vigilando con una tobillera, pero el antojo de una buena salchipapa lo llevó a romper las reglas como si nada. Se mandó un pique al local "La Reina de la Salchipapa", ubicado en 122 y 64, y ahí se armó el despelote. Los ratis de Berisso, al trote nomás, llegaron al lugar cuando les llegó la data de que el pibe se había mandado la gran Houdini.
Pero la sorpresa de los canas fue mayúscula, porque el pibe estaba en pleno éxtasis salchipapero cuando llegaron. Ahí nomás lo pusieron en cana, sin escalas ni medias tintas. Al final del día, este vivaracho que pensó que podría escaparse por una salchipapa terminó de nuevo tras las rejas, pero esta vez en la Unidad Carcelaria N° 26, donde moraba antes de que le dieran el gustito de la prisión en casa.
Los chismosos de la yuta, sin pelos en la lengua, afirmarón que este muchacho ya no la va a pasar tan bomba en su casita. Parece que la joda de la prisión domiciliaria quedó atrás por este blooper monumental. ¡Y todo por no poder resistirse a la tentación de una buena salchipapa! ¡La que se armó por un antojo, eh! ¿Se lo comerá tranquilo en cana? ¡Estamos todos de ojo!