En el cierre de la 16ta fecha de la Liga Profesional Gimnasia empató 0 a 0 con Lanús de visitante y le podría haber ido mejor.

El Lobo de Méndez sumó otro cero a cero que tiene su marcha en el torneo, ya que son tres los partidos que no puede ganar, aunque también hace siete que no pierde.

Con el atenuante de haber sufrido las expulsiones de los dos jugadores uruguayos Martín Fernández y Enzo Martínez, este último a los 31 minutos del primer tiempo, el Lobo se terminó conformando con un punto, ya que no pudo hacer mucho.

En el primer tiempo el Granate hizo pesar la jerarquía del Toto Salvio, la dinámica de Bou y sobre todo, la presencia siempre efectiva de Ramiro Carrera, otro ex Gimnasia.

El equipo del uruguayo apenas intentó contrarrestar salidas rápidas cuando lo atacaron, pero que no llegaron a significar un gran peligro para el arquero de Lanús.

Sobre el final del tiempo, Enzo Martínez cometió un grosero error al movilizar su cuerpo en la marca y le dejó servida la mesa al árbitro Mastrángelo para sacar la tarjeta roja.

Ni siquiera un cabezazo de Castillo a los 36 minutos del primer tiempo le permitiría Gimnasia torcer el rumbo del partido.

Si bien por momentos los dos equipos mostraron una gran intensidad y cambiaron golpe por golpe, la realidad es que Lanús terminó mucho mejor y si no hubiese sido por el arquero Ledesma, quien otra vez se alzó como una de las principales figuras, el Lobo hubiese regresado a La Plata con las manos vacías.

Por momento se mostró como un equipo partido, ya que defendió bien, atracó con vértigo, pero perdió la lucha en la mitad de la cancha.

Desde hace varios partidos le está costando mucho ser protagonista e imponerse en el juego ante los rivales, y por momentos extraña mucho la determinación que tenía Benjamín Domínguez.

Lanús, con el empuje del Loco Díaz en la parte final del partido, terminó acorralando a un Gimnasia que ya venía haciendo un gran desgaste por jugador en desventaja por las expulsiones.

De este modo, el resultado le terminó sentando mejor al equipo tripero, ya que encima Lanús tenía la obligación de volver a ganar en la Liga Profesional, mucho más ante sus hinchas.