Las elecciones son el quilombo más grande que se arma en cualquier democracia, y acá en Argentina no es la excepción. Hay un Código Nacional Electoral que te caga a pedos si te mandás alguna macana en el proceso. Esto no es un juego de truco, acá hay reglas claras y estrictas para asegurarse de que la movida sea transparente y que los candidatos se la jueguen parejo. El CNE (Código Nacional Electoral) tira la posta con una lista de cosas que no podés hacer ni en pedo durante la elección, y si te mandás alguna, te pueden hacer un allanamiento en tu alma y hasta meterte en cana por hasta 3 años.
Las prohibiciones no son joda. No podés cagar a palos a nadie para que vote lo que vos querés. Ni tampoco podés secuestrar a alguien para que no vote o para que lo haga como a vos te pinte. Si te hacés pasar por otro para votar más de una vez o para cambiar el voto, también estás en el horno. Ni se te ocurra manguear una urna o romperla antes de contar los votos, porque ahí te pueden hacer visitar el juzgado.
Ah, pero eso no es todo. También hay una lista de delitos electorales bien grosos, esos que te pueden hacer ir a bailar con la justicia en serio. Hay quince en total, y los primeros nueve son los más heavy. Si te embocás en alguno de estos, te pueden meter en cana de 1 a 3 años:
Pero eso no es todo. Si engañás a alguien para que vote de cierta manera o para que no vote, te pueden pegar de 2 meses a 2 años. Si hacés quilombo con el secreto del voto, te pueden empomar de 3 meses a 3 años. Si decís tu voto en público, podés comer entre 1 mes y 18 meses de cana. Si falsificás un padrón y lo usás sabiendo, te pueden encajar entre 6 meses y 3 años. Si te robás los documentos de otro o te anotás varias veces con documentos truchos o domicilio trucho, te pueden dar entre 6 meses y 3 años de cárcel. Y si hacés bardo con el transporte de la documentación electoral, te pueden dar entre 6 meses y 2 años de cana.
Así que ya sabés, si querés joder en las elecciones, prepárate para bailar con la justicia en serio. Esto no es un asado en la vereda, esto es la democracia en acción y las reglas están para cumplirlas, si no querés comer unos añitos de cana.