Mondino queda fuera del G7: tensión y acusaciones de corrupción en el gabinete de Milei
En una decisión que refleja tensiones internas en el gobierno, Diana Mondino no formará parte de la delegación que viajará a Italia para participar en la cumbre del G7. Esta determinación pone de manifiesto el conflicto con Karina sobre los costos de los viajes presidenciales.
La posición de Mondino en el gobierno se ha vuelto cada vez más incómoda desde la salida de Nicolás Posse, enfrentando situaciones que la ponen al borde de su salida del cargo.
El desplante de Milei a 19 embajadores de países islámicos la dejó en una posición vulnerable, y en el círculo íntimo del libertario, la responsabilizan por permitir la presencia del embajador de Palestina, un día después de un comunicado que marcó una clara distancia con la política de alineamiento de Milei con Israel.
Karina ha transferido la Agencia de Promoción de Inversiones y Comercio Internacional fuera de la órbita de Cancillería, lo que representa un golpe para Mondino. Fuentes diplomáticas confirman que "le quitan las funciones pero mantienen los costos". Esto implica que Karina conserva el control sobre la agencia y sus responsabilidades, mientras que Cancillería continúa financiando sus actividades hasta que se realicen los ajustes normativos pertinentes, lo que podría nunca suceder.
En el Palacio San Martín, se comenta que Karina ha encontrado en la agencia una forma de financiar los viajes privados del presidente, convirtiéndola en una especie de "caja chica" para estos gastos, lo cual ha generado preocupación entre algunos sectores.
La decisión de Milei de no incluir a Mondino en la delegación que asistirá a la cumbre del G7 ha sido calificada por una alta fuente diplomática como "un gesto muy significativo". La ausencia de la Canciller en un evento tan relevante en materia de política exterior ha generado especulaciones sobre su futuro en el gobierno.