En las calles de La Plata, envuelta en la niebla de la historia, se esconde la leyenda de Matías Behety, un poeta maldito cuyo destino se cruzó con el de la joven ciudad. Nacido en Montevideo, Behety llegó a Argentina con la promesa de un futuro brillante, pero su vida se vio marcada por la bohemia, el alcohol y una muerte prematura que lo convirtió en una figura mítica.
Desde joven, Behety demostró una inteligencia excepcional y una pasión por las letras que lo compararon con grandes poetas como Rimbaud. Su talento fue reconocido por figuras destacadas de la época, como Sarmiento, quien lo elogió en varias ocasiones. Sin embargo, su vida tomó un rumbo oscuro marcado por el exceso de alcohol y una serie de escándalos que lo alejaron de la sociedad.
En busca de un nuevo comienzo, Behety se mudó a La Plata, una ciudad en construcción que prometía ser un nuevo faro de la cultura argentina. Allí, encontró un ambiente bohemio y cosmopolita que alimentó su espíritu creativo, pero también lo sumió en una espiral de autodestrucción.
La muerte de Behety fue tan trágica como su vida. Encontrado en estado de abandono en un hospital de Tolosa, su cuerpo momificado y rodeado de una extraña luminosidad conmocionó a la ciudad. La leyenda cuenta que su cadáver fue exhibido durante varios días, convirtiéndolo en una especie de reliquia macabra.
A pesar de su vida tumultuosa y su temprana muerte, la figura de Matías Behety sigue siendo una fuente de inspiración para escritores y artistas. Su poesía, aunque dispersa y fragmentaria, revela un talento excepcional y una sensibilidad única.
Con el paso del tiempo, la figura de Behety se ha convertido en un mito urbano. Su historia, llena de luces y sombras, ha sido contada y recontada a lo largo de los años, dando lugar a una serie de leyendas y anécdotas que han enriquecido el imaginario popular de La Plata.
