En las frías calles de Ensenada, un 28 de mayo de 1976, Jorge Arfuch, un joven de 23 años, fue arrancado de su vida y de su trabajo en el Astillero Río Santiago. Su desaparición, como la de tantos otros trabajadores de la fábrica, forma parte de la oscura historia de la represión durante la última dictadura militar en Argentina.
Jorge Arfuch era un joven comprometido con la causa obrera. Militante en el Astillero Río Santiago, un bastión de resistencia y lucha sindical, se convirtió en un blanco para la represión estatal. Su activa participación en la Coordinadora, una organización que reunía a diversos sindicatos de la zona, lo convirtió en un objetivo a eliminar para la dictadura.
Un comando integrado por miembros de la Marina irrumpió en el Astillero y se llevó a Jorge por la fuerza. A pesar de la resistencia y los intentos de esconderse, fue capturado y trasladado a un lugar desconocido. Su destino, como el de tantos otros, fue la desaparición forzada.
La familia de Jorge sufrió un dolor inmenso ante su desaparición. Su hermano Luis, quien también era militante, tuvo que exiliarse para salvar su vida. La madre de Jorge, Nélida, nunca se recuperó de la pérdida de su hijo.
El Astillero Río Santiago fue uno de los lugares más golpeados por la represión durante la dictadura. Decenas de trabajadores fueron secuestrados, torturados y asesinados. La fábrica, que había sido un símbolo de la lucha obrera, se convirtió en un campo de batalla donde se enfrentaron los trabajadores y la dictadura.
La historia de Jorge Arfuch es un recordatorio del horror vivido durante la dictadura militar y de la importancia de mantener viva la memoria de las víctimas. Su lucha por la justicia social y la defensa de los derechos de los trabajadores sigue siendo una inspiración para las nuevas generaciones.
