La mañana del 5 de noviembre se transformó en un momento de profunda emoción en Tolosa, uno de los barrios más grandes de La Plata. En la casa de Alejandro Sabella, ubicada en la calle 4 entre 528 bis y 532, se llevó a cabo un homenaje por su 70° cumpleaños, un acto que no solo conmemora su vida, sino que también reafirma su legado en el corazón de los argentinos.

La ceremonia incluyó la colocación de una placa con su nombre y fecha de nacimiento, acompañada de un símbolo de infinito y un código QR que, al ser escaneado, ofrece acceso a un museo virtual que repasa la vida y logros de este gran director técnico. Este enfoque moderno no solo honra su memoria, sino que también invita a las nuevas generaciones a conocer su historia, un puente entre el pasado glorioso del fútbol argentino y su presente.

Entre los asistentes, Silvana Rossi, quien fue su esposa, compartió anécdotas conmovedoras sobre Sabella, quien vivió en esa casa desde sus días como futbolista. Su relato hizo eco del cariño y el respeto que se siente por su figura, especialmente tras su fallecimiento el 8 de diciembre de 2020, un evento que dejó un vacío en el mundo del deporte y en el alma de los aficionados.

Es relevante señalar que este es el segundo homenaje que recibe en La Plata, donde la avenida 1 entre 54 y 57 ya lleva su nombre, ubicada cerca del nuevo Estadio UNO, otro símbolo del impacto que tuvo en el fútbol local. La capacidad de Sabella para inspirar a quienes lo rodeaban y su compromiso con el deporte lo convirtieron en un referente, no solo por su éxito como director técnico del seleccionado argentino que alcanzó la final del Mundial de Brasil 2014, sino también por su liderazgo en Estudiantes, donde conquistó la Copa Libertadores en 2009 y el Torneo Apertura en 2010.

El homenaje en Tolosa no solo celebra a un gran entrenador, sino que también resalta la importancia de mantener vivas las memorias de aquellos que han contribuido al desarrollo de nuestra cultura futbolística. En tiempos en que el deporte se enfrenta a cambios constantes, figuras como Alejandro Sabella sirven de recordatorio de que el verdadero espíritu del fútbol trasciende el juego en sí; se trata de comunidad, identidad y legado.

Así, al escanear ese código QR, los jóvenes podrán descubrir no solo estadísticas y trofeos, sino también el corazón y la pasión que Alejandro Sabella puso en cada partido, en cada entrenamiento y en cada encuentro con los hinchas. En este sentido, rendir homenaje a su vida y obra es un acto de justicia hacia un hombre que dedicó su existencia a elevar el fútbol argentino y a dejar una huella imborrable en la memoria colectiva de su gente.