Guerra peronista en PBA: Cristina conduce mandando WhatsApps a través de boludos
La pasarela de palabras en el seno del peronismo parece haberse transformado en un ring de boxeo, con puñetazos verbales y ganchos retóricos que dejan a más de uno tambaleando.
Las últimas declaraciones de prominentes figuras del partido han dejado al descubierto una interna que, lejos de apaciguarse, parece avivar las llamas de la discordia.
El primer round lo protagonizó el siempre polémico pero honesto intelectualmente, Mario Secco, intendente de Ensenada, quien arremetió contra el entorno de Cristina Kirchner con un contundente "muchas veces los que rodean a Cristina terminan haciendo pelotudeces". Una declaración que seguramente despertó más de una reacción en el círculo cercano a la expresidenta.
Pero la contienda no se detuvo ahí, porque Andrés Larroque, ministro de Desarrollo Social bonaerense, decidió subirse al ring con una pregunta que resonó como un uppercut:
"¿Qué es la conducción de Cristina? ¿Que tres ñatos te manden un WhatsApp?". Un golpe directo a la autoridad de la líder del sector kirchnerista que seguramente no pasó desapercibido.
Sin embargo, la respuesta no se hizo esperar. Mariano Recalde, titular del PJ porteño, decidió lanzar su propio contraataque, deslizando que "el kirchnerismo no tuvo candidato en el 2023", en una aparente crítica velada a Sergio Massa y a la falta de respaldo hacia la gestión de Axel Kicillof por parte de ciertos sectores.
Pero aquí no termina el espectáculo, porque el massismo decidió entrar en escena para recordarle a Recalde que pensar antes de hablar es una virtud que no debería subestimarse a Massa.
Sebastián Galmarini, director del Banco Provincia, le pidió al dirigente peronista que sea "honesto intelectualmente" y que recuerde los resultados magros obtenidos cuando se optó por opciones sectarias.
Y para rematar, la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, decidió unirse al debate con una crítica hacia la falta de coherencia en las declaraciones de algunos dirigentes, señalando que "un día decir una cosa y al otro día otra cosa, no es el lugar en el que quiero estar como dirigenta ante la sociedad".
Así, entre declaraciones incendiarias y golpes bajos, la interna peronista parece estar más caliente que nunca. ¿Quién será el próximo en subirse al cuadrilátero verbal? Solo el tiempo lo dirá. Por ahora, el ring sigue caliente y las palabras siguen volando.