El Lobo no pudo enderezar el rumbo tras el empate en el clásico y volvió a caer, esta vez ante Instituto por 3 a 1. Un primer tiempo para el olvido, con un equipo impreciso y sin ideas, y un segundo tiempo con algo de reacción que se diluyó rápidamente tras el penal cobrado a favor de la visita. Las expulsiones de Abaldo y Cabral complicaron aún más las cosas para el Tripero, que terminó con dos menos y sin respuestas futbolísticas.
"Un golpe duro", reconoció Leonardo Madelón, quien se mostró preocupado por el rendimiento del equipo. La falta de precisión, la impotencia de los jugadores y la falta de respuestas futbolísticas son algunos de los problemas que deberá solucionar el entrenador si quiere enderezar el rumbo del Lobo.
"Hay que levantar cabeza y seguir trabajando", arengó el capitán Moralez. Lo cierto es que ahora el Lobo debe levantarse y mirar hacia adelante para no quedar relegado en la tabla, y poner su mirada hacia el miércoles que debe visitar a Argentinas Jr. en la Paternal, en otra semana que va a tener doble encuentro casi consecutivo por la Copa de la Liga.