Mientras Estudiantes se enfoca en el cierre de la temporada 2023 y sus posibilidades en la Copa de la Liga, Franco Romero reaparece en la escena futbolística, después de que el club decidió no cortar su carrera. Estudiantes centra su atención en la Copa Argentina y la clasificación a las copas internacionales de 2024 como principales objetivos.
El equipo tiene varias situaciones abiertas en la planificación del mercado de pases de diciembre, incluyendo la situación del entrenador Eduardo Domínguez, cuyo contrato está por finalizar. Además, jugadores como Luciano Lollo, Mauro Boselli, Leonardo Godoy, Benjamín Rollheiser y Jorge Rodríguez están en la misma situación y podrían recibir ofertas en el próximo mercado de pases.
Franco Romero es el caso de un jugador que dejó el club: mediocampista de 23 años que se convirtió en una de las figuras del Independiente Rivadavia de Mendoza, equipo campeón de la Primera Nacional y recientemente ascendido. Romero fue titular en todos los partidos y se convirtió en una pieza clave en la Lepra. Antes de su éxito en Mendoza, Romero tuvo un paso problemático por Agropecuario de Carlos Casares.
Su salida de Estudiantes se debió a que no estaba siendo considerado ni en el primer equipo ni en la reserva y se le brindó la libertad para buscar nuevas oportunidades. A pesar de que el club intentó extender su contrato unos meses atrás, finalmente no se llegó a un acuerdo, ya que su contrato, firmado a mediados de 2021, expira en diciembre de 2023. Romero hizo su debut en el primer equipo de Estudiantes bajo la dirección de Leandro Desábato en la Copa Diego Maradona en noviembre de 2020, tras haber progresado desde las categorías inferiores del club.
En su paso por Independiente Rivadavia, Franco Romero participó en 35 partidos, todos como titular, principalmente en la Primera Nacional, acumulando un total de 3,146 minutos en el campo de juego. Su contribución fue crucial para el ascenso y el campeonato de su nuevo equipo.