Estudiantes volvió pausó los festejos bien merecidos para prepararse a sumar una nueva estrella. Tras la consagración en el Torneo Clausura frente a Racing, la dirigencia y el cuerpo técnico resolvieron postergar cualquier celebración masiva para enfocar toda la energía en el próximo objetivo: la final ante Platense por el Trofeo de Campeones, que se disputará el sábado a las 18 en el Estadio Único de San Nicolás.

Si bien hubo expresiones espontáneas de alegría —tanto en Santiago del Estero como en la tradicional esquina de 7 y 50—, el club entendió que no era el momento de organizar un festejo institucional. Durante el domingo y el lunes, los futbolistas gozaron de jornadas libres y recién retomaron los entrenamientos este martes por la tarde, ya con la mira puesta en el Calamar.

En las últimas horas se evaluó la posibilidad de un encuentro abierto con los hinchas en el Estadio UNO, pero esa alternativa quedó descartada. La prioridad absoluta es lo deportivo: Estudiantes quiere defender el título y sumar otro trofeo a sus vitrinas, en un cierre de año que puede ser histórico.

La decisión es clara: los festejos se realizarán después del partido ante Platense, independientemente del resultado. Incluso, no se descarta que haya algún tipo de presencia de los jugadores el mismo sábado por la noche, aunque la idea principal es liberarlos apenas termine el encuentro para luego definir el formato y el momento más adecuado.

Lo que sí está confirmado es que no habrá celebración en Plaza Moreno, el escenario habitual frente al Palacio Municipal. En cambio, la organización apunta a la zona de 1 y 57, un espacio que permitiría una dinámica diferente y mayor control logístico.