El legislador Marcelo "Chuby" Leguizamón, actualmente alineado con el PRO y oriundo de La Plata, ha presentado un ambicioso proyecto ante el Senado de la Provincia de Buenos Aires que busca elevar a la categoría de ciudad a cinco localidades de La Plata, entre ellas , Campana de la ciudad. Esta iniciativa, que revive un proyecto anterior del intendente Garro, podría tener un impacto significativo en la identidad y desarrollo de estas comunidades.

Según el informe del periodista Federico Urriza en el portal de noticias Nexo Norte, el proyecto contempla también a Tolosa, Los Hornos, Villa Elvira y Melchor Romero. Leguizamón destaca que "cada una de ellas cumple con los requisitos establecidos en la Ley 10.806", lo que incluye contar con al menos 30.000 habitantes y una infraestructura mínima que abarca desde establecimientos educativos hasta servicios básicos como el desagüe pluvial y la recolección de residuos.

La propuesta no solo es honorífica; representa un reconocimiento a la historia y las costumbres de estas comunidades. En este sentido, Leguizamón afirma que se busca también destacar "la solidaridad inquebrantable entre los vecinos", un aspecto vital en la construcción del tejido social de cualquier localidad.

Desde una perspectiva crítica, es necesario reflexionar sobre la relevancia de este proyecto en un contexto donde la planificación urbana y la gestión de recursos son esenciales para el crecimiento sostenible de las ciudades. La declaración de ciudad no debe ser solo un cambio de nomenclatura, sino que debe ir acompañada de un compromiso real por parte del Estado en mejorar la infraestructura y los servicios públicos que permitan a estas localidades avanzar hacia un futuro próspero y equitativo.

En un momento donde las políticas públicas deben centrarse en el bienestar de los ciudadanos, el proyecto de Leguizamón podría ser un primer paso hacia un desarrollo más integral, siempre que se mantenga el enfoque en las necesidades reales de los habitantes de estas localidades. La historia, la idiosincrasia y las vivencias de sus habitantes deben ser el centro de cualquier política que aspire a mejorar su calidad de vida.

Así, la discusión sobre la declaración de ciudad para estas localidades se presenta como una oportunidad no solo para honrar su identidad, sino también para iniciar un diálogo sobre cómo mejorar la vida de sus ciudadanos en un contexto más amplio y comprometido.