La cafetería Costa Azul, conocida popularmente como “El Costa”, es un verdadero emblema entre los bares del centro platense. Fundada en la primavera de 1962, este lugar ha sido testigo de más de seis décadas de historia, sirviendo como un punto de encuentro para diversas generaciones y siendo el escenario de innumerables anécdotas y leyendas que han sido transmitidas de boca en boca.
Desde sus inicios, El Costa ha sido un lugar de encuentro para diferentes momentos del día: la pausa de la media mañana, el almuerzo rápido o el vermut al atardecer. A lo largo de los años, a pesar de varias mudanzas y cambios de nombre, el café ha mantenido su esencia, convirtiéndose en un reflejo de la idiosincrasia de los habitantes de la ciudad.
Entre las muchas historias que se cuentan sobre El Costa, una de las más memorables ocurrió el 12 de agosto de 1995. Ese día, el equipo de rugby La Plata Rugby Club se consagró campeón del certamen organizado por la Unión Argentina de Rugby. Tras la victoria, los jugadores, incluidos los hermanos Angaut, habituales del café, se dirigieron directamente a El Costa para celebrar su triunfo. La cafetería se convirtió en el epicentro de una gran fiesta que se extendió por las calles cercanas.
El Costa Azul no solo ha sido un refugio para deportistas, sino también para profesionales de diversas áreas, como la justicia, la salud, y el comercio. Durante décadas, ha sido común ver a sus parroquianos leyendo el diario, intercambiando opiniones sobre las noticias del día o simplemente disfrutando de un café en la barra, un elemento central en la atmósfera del lugar.
A lo largo de su historia, El Costa ha conservado tradiciones que lo distinguen de otros cafés. Desde servir el café en copas de vidrio hasta utilizar siempre los granos de café Caxambú, el lugar ha mantenido una identidad única que sus clientes valoran y defienden con pasión. La barra del café ha sido testigo de innumerables conversaciones, desde discusiones políticas hasta charlas sobre deportes.
El Costa ha sido testigo de eventos históricos, como los atentados del 11 de septiembre de 2001, que sus clientes recuerdan vivamente. También ha sido el lugar donde se gestaron rumores y se compartieron noticias importantes para la comunidad local.
Aunque las cervecerías artesanales han ganado popularidad entre el público joven, El Costa sigue siendo un lugar querido por muchos. Su historia y su ambiente lo han convertido en un lugar insustituible para quienes buscan un espacio donde siempre se pueda encontrar a un amigo y compartir un buen momento.
El Costa Azul sigue siendo un símbolo de la tradición cafetera de La Plata, un lugar donde el pasado y el presente se entrelazan en cada taza de café servida.