El bochorno del Turismo Carretera: un campeonato empañado por la inoperancia organizativa

La definición del TC en La Plata terminó en un escándalo que opacó la consagración de Julián Santero, mientras la ACTC elude responsabilidades.

04-12-2024 - Por La Movida Platense

El bochorno del Turismo Carretera: Un campeonato empañado por la inoperancia organizativa

El reciente Gran Premio Coronación del Turismo Carretera en el Autódromo Roberto Mouras de La Plata terminó en un verdadero escándalo, afectando no solo la definición del campeonato, sino también la imagen de la propia organización. Julián Santero se coronó campeón, pero el triunfo quedó empañado por un episodio lamentable que involucra la inoperancia de la ACTC.

 
 
 
 
 
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La polémica comenzó cuando Mariano Werner, a minutos de la salida de cajas, detectó un problema en el motor de su Ford Mustang. Al revisar el vehículo, sus mecánicos descubrieron papeles en el motor, lanzados por hinchas de Chevrolet que, sin ningún control, se encontraron cerca de la pista. Esta situación generó una falla técnica que perjudicó las posibilidades de Werner, quien quedó fuera de la competencia por circunstancias totalmente ajenas a su capacidad de conducción.

El comunicado de la ACTC fue considerado por muchos insuficiente. En lugar de asumir la responsabilidad por el caos organizativo, la entidad solo se limitó a señalar que se tomarían medidas internas, sin soluciones reales. Los fanáticos, en su mayoría, no tardaron en manifestar su indignación, incluso en los comentarios del post oficial de la ACTC, pidiendo justicia para Werner y exigiendo una sanción ejemplar para los responsables del incidente.

Este episodio resalta la falta de control y previsión de la ACTC, que no solo permitió que los hinchas invadieran la zona de pista, sino que también provocó que la jornada, que debía ser de fiesta, se convirtiera en una verdadera pesadilla para los asistentes. Con más de dos horas de retraso en los accesos y calles inundadas, la organización dejó mucho que desear, y la respuesta institucional fue, lamentablemente, inadecuada.

La ACTC repudió los hechos, pero no ofreció una solución concreta para reparar el daño causado, dejando a todos con la sensación de que la competencia se manejó de forma negligente. En un deporte tan popular como el Turismo Carretera, no hay lugar para este tipo de desmanejos.