Si bien no es nada nuevo que la Argentina es conocida por su producción y exportación de carne especialmente vacuna, pero también por ser grandes consumidores de proteínas animales. Sin embargo, movimientos veganos se encuentran en plena discusión con la sociedad para cambiar este tipo de alimentación y pensamiento.
Incluso, hay quienes ya señalan que en cada familia hay un integrante vegano o vegetariano. Movimiento en pleno boom, ya que se trata de un cambio de paradigma en la alimentación que implementamos a diario y las convicciones de quienes se inclinan por esta nueva forma de vida y adoptan nuevos hábitos, despojandose de una costumbre milenaria como lo es comer carne de animales.
En ese marco, LAPLATA1.com dialogó con Manuel, integrante de Cubo de la Verdad y activista vegano en La Plata, quien comentó acerca de esta tendencia que se puede observar principalmente entre los jovenes de la sociedad: "El cambio de paradigma es inevitable, pero para los animales que en este momento están perdiendo su libertad y su tiempo en esta tierra, no significa nada porque a ellos ya les han quitado todo", comenzó diciendo.
En relación a como impactan la manifestación de sus ideas en La Plata, Manuel contó "Noto el avance del veganismo al cruzarnos con cada vez más gente vegana cuando realizamos los activismos. No lo veo como algo positivo sino totalmente insuficiente para las víctimas que en este momento están siendo esclavizadas, torturadas y asesinadas por las decisiones y la resistencia al ser justas de cada ser humano no vegano que decide seguir perteneciendo al lado equivocado", señaló.
Además, el muchacho explicó acerca de la organización que él integra: "Nuestro activismo principal se llama Cubo de la Verdad. Mostramos en la vía pública videos del infierno de esclavitud y muerte que padecen los animales que son explotados para cualquier beneficio humano, por ejemplo experimentación, alimentación, entretenimiento y muchas otras cosas. Hablamos con la gente que se interesa, le dejamos información sobre antiespecismo, y los responsabilizamos como individuos que en ese momento ven el mal y la injusticia que sus decisiones están generando", lanzó.
Como es conocido, las irrupciones de los activistas tienen como principal punto generar un impacto entre quienes los observan, por eso, Manuel contó:
También realizamos pegatinas de afiches con mensajes e imágenes, difundimos por redes sociales y ayudamos a los santuarios donde viven los animales que logran sobrevivir y son rescatados de la masacre. Nuestro objetivo también es dar charlas en instituciones educativas o en cualquier lugar donde nos inviten
"El momento en que empecé a entender fue cuando vi en internet un documental que se llama Earthlings. Soy vegano hace alrededor de ocho años, y un tiempo después comprendí que mientras yo había dejado de ser parte de quienes dañan a esos seres conscientes que llamamos animales, la mayor parte de los humanos, ya sea por desconocimiento o indiferencia, lo seguía haciendo. El activismo es luchar por quienes sufren tal grado de opresión que ni siquiera pueden alzar sus voces o articular algún tipo de defensa" señaló, en relación a sus comienzos en el movimiento.
Por último, el activista se refirió a la posición que debe tomar el Estado "El estado jamás prohibiría hoy en día la esclavitud de los animales, simplemente porque la gran mayoría se opondría ante esa medida. Las leyes siempre van detrás de la consciencia colectiva. Por eso apuntamos al cambio individual hasta llegar a un número en donde se van a poder tomar otras medidas. Las personas no veganas deciden, y hoy están decidiendo que la vida y la libertad de los animales no les importa", finalizó.