Dos jóvenes intentaron usurpar un departamento en La Plata, pero la policía los atrapó infraganti. Lo insólito del caso es que fueron enviados por su propio abuelo, quien era el antiguo dueño de la propiedad, pero la perdió en 2001 por deudas.
Las inquilinas, de nacionalidad ecuatoriana, se encontraron con la puerta rota y sus pertenencias revueltas al regresar de vacaciones. Alertadas por la situación, llamaron a la policía, que constató que los usurpadores eran familiares del antiguo propietario.
Según se supo, el abuelo, lejos de resignarse a la pérdida del inmueble, urdió un plan para recuperarlo: envió a sus nietos a meterse en el departamento y a instalarse allí como si nada. Sin embargo, su "ingeniosa" idea no prosperó y los jóvenes terminaron detenidos.
La fiscalía ordenó el desalojo de los ocupantes y la causa sigue su curso. La historia, que mezcla picardía, desesperación y la cruda realidad de las deudas, deja un interrogante: ¿hasta dónde puede llegar la astucia cuando se trata de recuperar un hogar perdido?