Cristina cree difícil la pelea nacional y se encierra en PBA: Alak y Mayra, los candidatos
Cristina vio que se le desbanceaba el delicadísimo equilibrio de poder dentro de su manada históricamente más fiel que un perro, y decidió dar un paso audaz, abrazando a La Cámpora para darle valor y colocarla nuevamente a la par del osado grupo de intendentes kicillofistas que acaba de nacer al amparo de un cuervo guerrero y atropellador.
El kircherismo sabe que lo que viene no es fácil. Con un Milei inabordable y creciendo en imagen, la pelea por delante para aspirar al gobierno nacional aparece hoy utópica y vallada, no sólo por LLA sino también por la tendencia del peronismo a parir una nueva propuesta más centrista y moderada, con el "cordobesismo" como bandera de largada y varios gobernadores anotados para acompañar.
Por eso, el kircherismo se encierra a cuidar el bastión fundacional de ese espacio: PBA. Allí están centradas sus mayores expectativas futuras.
Retener la gobernación sin Kicillof como candidato, es sin dudas la gran apuesta del final de ciclo en el eterno reinado de la mejor discursista de la historia contemporánea.
La temprana intención del kicillofismo vernáculo, de salir a copar la cancha tratando de posicionar al espacio primero y luego a su candidato a gobernador, que no muestran pero se cae de maduro (no hay otro con el peso político, la trayectoria y el consenso que Julio Alak), hizo que La Cámpora saque a relucir, de la mano de su "madre política CFK", que su candidata será Mayra Mendoza.
Fuentes de la "mini mesa" del peronismo bonaerense (todo incluído, hijo real y el putativo), aseguraron a primerapagina.info que Cristina estaría dispuesta a acompañar a un candidato peronista de consenso, para pelearle a la derecha "MacriMileísta" el gobierno nacional en 2027, a cambio de que nadie interfiera en su continuidad en PBA.
Tras el acto encabezado por la ex presidenta Cristina Kirchner el pasado sábado en Quilmes, desde La Cámpora interpretan que se ha zanjado la discusión interna y que el mensaje de la dirigente fue claro y contundente.
En sus palabras, Cristina instó a dirigentes, militantes y ciudadanos a enfocarse en temas relevantes y evitar distracciones. Este llamado se percibe como una estrategia para enfrentar la política del economista Javier Milei.
No obstante, existe una lectura interna que está vinculada al debate planteado por algunos dirigentes peronistas sobre el modelo de construcción política de La Cámpora.
En la organización reconocen que están siendo cuestionados públicamente y responden con gestos simbólicos. Durante el acto en Quilmes, se exhibieron sutiles gestos de respaldo hacia CFK, como la presencia de una gran bandera con la leyenda "Nada sin Cristina".
La vicepresidenta abordó dos frentes durante su discurso. Por un lado, confrontó directamente con Milei, dirigiéndose a una porción del electorado descontento con el gobierno actual.
Por otro lado, exploró cuidadosamente el debate interno en el peronismo. La acompañaron figuras relevantes como la intendenta Mayra Mendoza, el presidente del PJ bonaerense Máximo Kirchner y el senador Eduardo Wado de Pedro.
En La Cámpora destacan la presencia de varios intendentes del peronismo que mantienen cierta autonomía en la discusión interna, como Mariano Cascallares, Federico Achával y Nicolás Mantegazza, entre otros.
Sin embargo, aún existe inquietud por las ausencias de Mario Secco y Jorge Ferraresi, quienes organizaron sus propios actos el mismo día. A pesar del reconocimiento de los intendentes hacia el liderazgo de Cristina, persiste cierta incertidumbre dentro de La Cámpora respecto a los movimientos futuros de Secco y Ferraresi.
En este contexto, el gobernador bonaerense Axel Kicillof evita la discusión interna y ratifica el mensaje de Cristina sobre el "modelo neocolonialista" propuesto por Milei.
Algunos intendentes hablan de una reunión próxima del PJ bonaerense para demostrar unidad, mientras que se rumorea una posible recorrida de Máximo por PBA. No obstante, los movimientos futuros estarán condicionados por la coyuntura política.
El ministro del Desarrollo de la Comunidad bonaerense, Andrés "Cuervo" Larroque, quien ya no forma parte de La Cámpora, acompaña a Kicillof en esta etapa. En declaraciones recientes, Larroque reconoció la necesidad de reflexionar sobre la organización interna.