La Cámara de Comercio, Industria y Servicios de La Plata ha dado a conocer un informe que muestra la difícil situación de los comerciantes locales, revelando una caída en la demanda y cambios significativos en los hábitos de consumo en medio de la recesión económica. Este análisis, en colaboración con el Laboratorio de Desarrollo Sectorial y Territorial de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), presenta un panorama complejo para diversos sectores.

Según el informe, el segundo trimestre de 2024 evidenció una caída en el consumo interno. El mercado de automóviles se desplomó un 23%, mientras que la venta de combustibles disminuyó un 15,4%. Además, el comercio minorista y mayorista también sufrió retrocesos, con bajas del 13,4% y 8,7%, respectivamente. Estas cifras reflejan una recesión profunda que afecta no solo al consumo, sino también al poder adquisitivo de los platenses.

En el sector alimentario, se observa una preferencia creciente por segundas y terceras marcas, reflejo de una población que busca alternativas más económicas para afrontar la crisis. A pesar de esta retracción, algunos comercios logran mantener la estabilidad gracias a las promociones bancarias, como las ofrecidas por el Banco Provincia, que incentivan el consumo en productos de primera necesidad.

La situación ha obligado a los comercios a implementar estrategias innovadoras para atraer a los clientes. Desde descuentos en efectivo hasta promociones específicas, cada sector intenta adaptarse a las nuevas exigencias del consumidor. Las billeteras virtuales y las tarjetas de crédito también han ganado terreno frente al efectivo, un cambio impulsado por la digitalización y la necesidad de optimizar cada gasto.

Los sectores de indumentaria, electrodomésticos y tecnología enfrentan desafíos similares. En el caso de la ropa, los consumidores se inclinan por opciones de bajo costo, mientras que en el ámbito de la tecnología, las promociones y eventos como el Cyber ??Monday son clave para sostener las ventas, aunque los consumidores siguen siendo cautelosos debido a la inflación y la pérdida de referencias de precios.

El mercado inmobiliario en La Plata ha mostrado una resiliencia moderada. La alta vacancia en algunas zonas se ve contrastada por una demanda sostenida en áreas de alto tránsito. Las inmobiliarias han flexibilizado las condiciones de alquiler, permitiendo cuotas y condiciones más favorables para los inquilinos, lo que ayuda a sostener la ocupación en zonas estratégicas. Esta adaptabilidad parece ser una respuesta pragmática al contexto actual, que busca evitar un mayor deterioro en el sector.

El informe deja en claro que, aunque la reactivación es posible, los sectores comerciales en La Plata requieren un cambio en el rumbo económico que estabilice el poder adquisitivo y genere confianza en los consumidores. Los descuentos y las promociones han sido, sin duda, un alivio temporal, pero para sostener el crecimiento se necesitan políticas públicas que apunten a la estabilidad económica y el fortalecimiento del mercado interno.

En definitiva, el comercio platense atraviesa un escenario de desafíos y adaptación. La flexibilidad en los contratos inmobiliarios, las promociones bancarias y las estrategias de precios demuestran que, aun en tiempos de crisis, la innovación y la resiliencia siguen siendo herramientas poderosas para enfrentar la adversidad.