Las protestas que se desataron el miércoles pasado en la Municipalidad de La Plata persisten, intensificándose el conflicto por atrasos salariales, demandas de incrementos y denuncias de "despidos injustificados". Mientras el intendente Julio Alak anunció un pago "escalonado" y la implementación de un control biométrico para el registro de asistencia, empleados de diversas áreas, como la Agencia Platense de Recaudación y la Justicia de Faltas, llevan a cabo medidas de fuerza que incluyen paros y retención de tareas.

La Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) alertó sobre nuevos despidos, instando a la inmediata reincorporación de los afectados. Los manifestantes exigen aumentos salariales, recategorizaciones, concursos, salario básico superior a la canasta alimentaria, premios por presentismo y puntualidad en los pagos, así como el cumplimiento del Decreto N° 825/18 que regula la actividad municipal.

Los trabajadores sostienen que sus sueldos, especialmente del personal administrativo capacitado, están por debajo de la canasta alimentaria, alcanzando en algunos casos tan solo los $70,000. La situación afecta a diversas áreas, como los Centros de Atención Primaria de la Salud y Control Urbano, donde se mantiene un paro que, según los empleados, continuará al menos hasta el viernes.

La incertidumbre respecto al pago de salarios, sumada a la falta de comunicación oficial, ha agudizado el malestar entre los trabajadores. La Municipalidad enfrenta un complejo escenario con demandas crecientes y la necesidad de abordar una solución para restaurar la normalidad en los servicios y las dependencias afectadas.