Durante la entrevista, García advirtió sobre la preocupante disminución en la asistencia escolar, una señal alarmante que, según él, expone una crisis educativa que requiere atención urgente. “La educación es un pilar fundamental para el desarrollo de cualquier nación, y la falta de asistencia puede tener consecuencias profundas en la formación de los jóvenes y, por ende, en el futuro del país”, subrayó.
García también fue contundente al trazar un paralelismo entre la gestión del presidente Javier Milei y el gobierno de Carlos Menem, señalando similitudes en materia de política económica. Aclaró, sin embargo, que no está en contra de la apertura del país, pero advirtió sobre los riesgos de un modelo sin regulaciones. “No queremos una avalancha de importaciones que destruya nuestra industria local, que después de años de presión tributaria y altos impuestos no puede competir en igualdad de condiciones con empresas extranjeras”, afirmó.
En un tono cargado de preocupación, el médico manifestó su profundo descontento con el rumbo del país. “Me duele ver la Argentina de hoy”, expresó. Justificó además su participación en política como una herramienta para promover transformaciones concretas que mejoren la realidad social y económica.
Las declaraciones de García no pasaron desapercibidas y alimentaron el debate público. Mientras algunos sectores respaldaron sus críticas, otros defendieron las políticas del actual gobierno. La repercusión de sus palabras pone en evidencia la tensión y la polarización que atraviesan el escenario político argentino.
