Desde hace 14 meses, el estado de las calles dentro del casco urbano viene empeorando. Se confirmó que la gran cantidad de vehículos de liviano y de alto porte salieron de forma repentina, casi con ganas contenidas de los automovilistas, a recorrer las avenidas y calles entre septiembre y diciembre del 2021, fechas en las que se liberaron las restricciones de la Covid-19. Además, fue ese semestre del año pasado uno de los que registró el índice más alto de accidentes.
La masiva circulación de vehículos, a su vez, atentó contra el estado de las calles, que no habían tenido mantenimiento durante los años 2020 y 2021, dado a que se habían frenado las obras por la pandemia.
Ahora, habiendo llegado la primavera, varios vecinos empezaron a evaluar la posibilidad de demandar al municipio por los daños que están ocasionando en las carrocerías y parte del tren de delantero de los autos la enorme cantidad de baches y pozos que se han generado en cruces dentro del casco urbano y la periferia de La Plata.
Esto es lo que ocurrió a Víctor, el dueño de un auto al que se le rompió el amortiguador, la cubierta y una llanta por caer en un pozo en las inmediaciones de plaza Matheu y en la misma zona del Hospital San Martín.
El hecho ocurrió en el comienzo de esta semana, cuando el vecino circulaba por 1 y 67 y sintió un golpe brusco en la parte delantera de su vehículo.
“Es un cráter. Si pasa alguien de noche y no lo ve se puede llegar a matar. El pozo es muy hondo y pasan muchos enfermeros que van al Hospital. Los he visto a muchos de ellos que van y vienen en bicicletas o motos. Hay otras personas que también circulan por el lugar y se van a atender al San Martín y podrían caer en la misma trampa que yo”, expresó el frentista.
Víctor, además, comentó que le mandó un mensaje por privado al intendente Garro por el hecho de verse afectado por lo que le pasó a su auto. “No te dan bolilla, como pasa siempre”, expresó el damnificado, quien, como otras personas de La Plata, no descarta iniciarle una demanda a la comuna platense por daños, ya que no le dio el correspondiente mantenimiento a un sector de la ciudad en la que se produjo el incidente que le terminó ocasionando el perjuicio.
De acuerdo al cálculo realizado sobre la base de los valores oficiales de los repuestos, este vecino del barrio El Mondongo debería pagar cerca de 250.000 pesos para dejar su auto en condiciones luego de caer en el pozo de 1 y 67.
Una cubierta nueva oscila entre los 70.000 y los 100.000 pesos; la reparación de la llanta no baja de los 25.000; y un amortiguador original (se suelen cambiar los dos para que no se perjudique el tren delantero) oscila entre los 60.000 y los 80.000 pesos. A eso hay que sumarle la mano de obra que en cualquier taller o gomería sofisticada no baja de los 15.000 pesos.