La noche del pasado miércoles quedará marcada a fuego en la historia de Benjamín Domínguez y en el corazón de los hinchas de Gimnasia y Esgrima La Plata. El joven delantero, a punto de partir rumbo al fútbol italiano, se despidió del Lobo de la mejor manera posible: con un golazo y una ovación que quedará en la memoria de todos.

En un partido clave por los octavos de final de la Copa Argentina, Domínguez fue el héroe de la noche. Su tanto ante Barracas Central no solo le dio el triunfo a Gimnasia, sino que también significó el punto final a una etapa inolvidable en su carrera.

Tras el partido, la emoción se apoderó del estadio. Los hinchas Triperos ovacionaron durante varios minutos a su ídolo, quien no pudo contener las lágrimas. En un gesto de agradecimiento, Domínguez se acercó al alambrado para saludar a los fanáticos que lo habían acompañado durante toda su trayectoria en el club.

"Anoche cuando me fui a dormir soñaba esto, un gol y despedirme de la gente. Me voy tranquilo, que sé que la mayoría me quiere y me ama", expresó Domínguez en diálogo con TyC Sports.

La despedida de Benjamín Domínguez fue un verdadero homenaje a un jugador que se ganó el cariño de todos los hinchas de Gimnasia. Su talento, su entrega y su humildad lo convirtieron en uno de los máximos referentes del equipo.

 

Aunque su futuro estará ligado al Bologna de Italia, Domínguez siempre llevará en su corazón los colores de Gimnasia. Su partida representa una gran pérdida para el club, pero también una oportunidad para que el joven delantero continúe creciendo como futbolista.