A partir de este viernes 1° de noviembre, los combustibles en Argentina experimentarán un aumento de hasta un 4%. Esta decisión de YPF se anticipa que influirá en otras petroleras como Shell, Axion y Puma, que podrían seguir su ejemplo, tras la reciente baja en los precios de nafta y gasoil impulsada por la estatal en octubre, debido a la caída en los valores internacionales del petróleo.

Este incremento está vinculado a varios factores, incluyendo la devaluación del tipo de cambio oficial, un nuevo diferimiento en el impuesto a los combustibles líquidos (ICL), el aumento en los precios de los biocombustibles y la fluctuación del barril de crudo. A pesar de este ajuste, el Gobierno mantiene el objetivo de no afectar la desaceleración de la inflación.

En el contexto de una caída del 10% en la venta de combustibles en septiembre en La Plata, se prevé que este aumento llegue en un mes donde se anuncian otros incrementos, como alquileres y servicios. La situación del barril de crudo Brent, que comenzó el mes en USD 71 y alcanzó un rango de USD 76 (un 7% de aumento), también ha sido un factor determinante en esta decisión.

Cabe destacar que el presidente de YPF, Horacio Marín, había anunciado un "pacto con los consumidores", donde las variaciones del barril tendrían un impacto directo en los precios locales. Durante su participación en el Consejo Interamericano de Comercio y Producción (Cicyp), Marín resaltó que la empresa ha desarrollado un índice que mensualmente registra la variación promedio de precios, y que a partir de estos datos se definirán los ajustes en las estaciones de servicio.