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Quién es Leda, la "Sanadora de Rosario" que mueve multitudes y envidian los curas

Leda Bergonzi, reconocida como la "Sanadora de Rosario", se presentó este sábado en el partido bonaerense de Tres de Febrero, dejando una huella imborrable en quienes asistieron a su encuentro.

A sus 44 años, Leda, quien está casada y es madre de cinco hijos y abuela de un nieto, ha logrado cautivar a miles de personas con sus dones espirituales de liberación y sanación, otorgados por la Iglesia Católica hace nueve años.

 
 
 
 
 
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Para Leda, lo más importante es transmitir el mensaje de que "Dios está en medio nuestro", una convicción que comparte en cada oportunidad que se le presenta. Sus seguidores aseguran haber experimentado alivio y sanación a través de su intervención divina, como lo relató un hombre que recuperó la vista de un ojo tras recibir su bendición.

Esta visita marcó un hito en la trayectoria de Leda, ya que por primera vez su misa se llevó a cabo en el AMBA, específicamente en el Santuario de Lourdes en Santos Lugares. Durante más de 10 horas, multitudes aguardaron ansiosas para recibir su sanación, luego de esperar durante una semana e incluso acampar para estar presentes en el evento.

La fama de Leda trascendió fronteras mediáticas cuando la madre de Lionel Messi, Celia Cuccittini, acudió a visitarla en varias ocasiones. Asimismo, la periodista Marcela Tauro compartió su experiencia alabando su labor como sanadora laica, comparándola con la querida cantante Gilda por la emotividad que despierta en quienes la rodean.


La opinión de Leda


"Dios sana. Yo simplemente soy igual que todos ustedes. Dios primero me rescató a mí y hoy yo salgo a donarme por él, pero creo que puede pasarle a cualquiera", señala Leda, cuyo grupo de oración se llama Soplo de Dios Viviente y que sintió que algo cambió en su vínculo con Dios hace unos 9 años atrás.

"Me parece que lo más importante es poder comunicarle a la gente que Dios está en medio nuestro", dice esta mujer que cada martes congrega a una multitud en la capilla del Sagrado Corazón de Rosario, para recibir su bendición. Antes de imponer sus manos en cada uno de los que se acercan a la iglesia, reza en distintas lenguas y canta.


"Soy una mujer normal, igual que todas"


"La gente debe entender que nunca voy a poder curarla, pero Dios puede cambiarle la vida", le dijo Leda a Rosario 3. Ella se define como "una mujer normal igual que todas, con el mismo anhelo, con los mismos problemas e historias. Una mamá, una esposa y con esta búsqueda de un objetivo que me impulsa".

"Ya de muy chica empecé a sentir a Dios, creo que me marcó el tener estos encuentros personales, era mi búsqueda ya de muy chiquitita. Cantábamos en misa con mis hermanas y amigas. Esperaba el domingo con mucho anhelo. Una familia también con algunos problemas, pero bueno, ahí una abuela con mucha fe muy Mariana. Creo que ella fue la que nos sembró esta semillita de lo que era búsqueda de dios", contó en una entrevista con Radio 2 y Rosario 3.

"¿Qué es todo esto?", le preguntó el periodista. "Yo creo que todo esto es dios, es el Espíritu Santo que puede entrar en cualquiera, pero no sin antes hacer una renuncia. Toda mi vida fue una renuncia constante, siento que a dios nunca le bastó dejar de pedirme. Yo suelo decir 'Señor, nunca te conformás'. Es un dios que realmente apuesta en nosotros, un Espíritu Santo que necesita nuestras manos, nuestros pies, nuestra decisión. Sin una renuncia al mundo no podés seguir a dios porque no tenés tiempo", respondió.

"Defino un carisma de sanación y liberación porque ya lo transité. Los testimonios, muchas confirmaciones de un montón de gente podrían dar fe de que esto es real. Ser instrumento de dios es parte de lo que estoy viviendo y transitando por el tiempo que dios disponga. Estos testimonios arrasan con nuestra historia y vinieron a darnos fuerzas", dijo.


Qué dice la Iglesia


La Iglesia Católica emitió un comunicado en medio de la inmensa convocatoria de Leda:

El arzobispado de Rosario brindó una "serie de orientaciones relativas a la oración para obtener de Dios la curación". Además, permitió que el grupo se reúna cada martes en la capilla del Sagrado Corazón, en 3 de Febrero 1998.

El pasado 10 de julio, el arzobispo Eduardo Martín, máximo referente del catolicismo en la ciudad, emitió un documento que brinda un marco explicativo al fenómeno de fe que se evidenció tanto en la basílica central de Rosario como en el oratorio del colegio Sagrado Corazón.

"Las curaciones son signo de la misión mesiánica de Jesucristo", se lee en el documento. "No solamente es loable la oración de los fieles individuales que piden la propia curación o la de otro, sino que la Iglesia en la liturgia pide al Señor la curación de los enfermos. Ante todo, dispone de un sacramento 'especialmente destinado a reconfortar a los atribulados por la enfermedad: la Unción de los enfermos'", expresó el arzobispo en ese texto.

También se refiere a los carismas: "Estas gracias, en plural, son atribuidas a un individuo, por lo tanto, no se pueden entender en sentido distributivo, como si fueran curaciones que cada uno de los beneficiados obtiene para sí mismo, sino como un don concedido a una persona para que obtenga las gracias de curación en favor de los demás".

Por último, solicitó a quienes guían las oraciones no litúrgicas de curación usar "la prudencia necesaria si se produjese alguna curación entre los presentes" y recomendó que, "concluida la celebración, deberán recoger por escrito el eventual testimonio de curación y presentarlo al Arzobispo de Rosario".