Política

VIDEO | Los trenes circulan casi a paso de hombre entre Constitución y La Plata, sin horarios y hay largas demoras

El servicio ferroviario del tren Roca enfrenta grandes demoras y cancelaciones debido a la medida de fuerza impulsada por La Fraternidad.

El gremio reclama mejoras salariales y condiciones laborales, en un contexto de fuerte tensión con el Gobierno.


La medida de fuerza y sus impactos


Desde ayer lunes, los trenes de la Línea Roca circulan a una velocidad máxima de 30 km/h, en el marco del “trabajo a reglamento” llevado adelante por los trabajadores de La Fraternidad.

Esta acción genera complicaciones severas en el trayecto Buenos Aires-La Plata y afecta a miles de pasajeros en toda el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), donde el servicio ferroviario es esencial para más de 1.5 millones de personas al día.


Los reclamos de La Fraternidad


El sindicato de los maquinistas (conductores) de locomotoras y trenes, liderado por Omar Maturano, exige un aumento salarial que compense el impacto de la inflación y denuncia la falta de inversión en infraestructura ferroviaria.

Según el gremio, la situación es crítica: operan con materiales insuficientes y en condiciones de seguridad precarias. Además, advierten sobre el deterioro de las vías y los sistemas de señalización, factores que ponen en riesgo a trabajadores y pasajeros.


La postura del Gobierno


El Ejecutivo, encabezado por Javier Milei, rechazó categóricamente la medida, calificándola de “extorsiva” y asegurando que no cederá ante las presiones sindicales.

Desde Casa Rosada se argumenta que ya se declaró la emergencia ferroviaria y se destinó un presupuesto extraordinario de $1,3 billones para mejorar el sistema.

Sin embargo, esta inversión parece insuficiente para resolver el conflicto a corto plazo.


Escenario futuro


La Fraternidad advirtió que, si no se obtienen respuestas favorables, podría intensificar las protestas con una huelga total en los próximos días.

Mientras tanto, los pasajeros siguen enfrentando largas esperas y trayectos más lentos, lo que afecta significativamente su vida diaria y pone de relieve la urgencia de soluciones estructurales en el transporte ferroviario.

Esta situación refuerza el desafío histórico de equilibrar las necesidades de los trabajadores, las inversiones en infraestructura y las demandas de los usuarios, un tema recurrente en el ámbito político bonaerense.