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La historia de Gustavo Costas, el técnico fanático de Racing que conquistó la Copa Sudamericana
De mascota del equipo de Pizzuti a capitán de Racing
Criado en una familia racinguista, Costas vivió la historia del club desde sus cimientos. A los cuatro años, ingresó como mascota en la final de la Copa Intercontinental de 1967, donde Racing venció al Celtic.
En los años siguientes, se formó en las divisiones inferiores y debutó en 1981, destacándose por su liderazgo y entrega. En 1983, vivió el descenso del club, un golpe que marcaría su carácter y compromiso con la camiseta albiceleste.
Bajo la dirección de Alfio "Coco" Basile, Costas lideró a Racing de regreso a Primera y fue parte del histórico equipo que ganó la Supercopa Sudamericana en 1988. Esa victoria internacional fue una antesala de lo que lograría décadas después como técnico.
El descenso, la quiebra y el renacer de Racing
Costas también estuvo presente en los años más oscuros del club. En 1999, como técnico junto al Bocha Maschio, enfrentó la quiebra y la amenaza de desaparición de la institución.
Fue protagonista del emblemático "Día del Hincha de Racing", cuando miles de fanáticos ocuparon el Cilindro en un acto de resistencia. Esa resiliencia colectiva permitió que Racing sobreviviera y comenzara un camino hacia la recuperación.
En su carrera como entrenador, Costas acumuló títulos en Perú, Paraguay, Ecuador y Colombia, siempre con un estilo aguerrido y una profunda identificación con los valores del fútbol sudamericano.
El regreso a Racing y la conquista de la Sudamericana
En 2024, Costas cerró un círculo perfecto con Racing al conquistar la Copa Sudamericana. La victoria por 3-1 ante Cruzeiro en Asunción fue un reflejo de su amor por el club, vibrando al borde del campo como un hincha más.
Sus palabras tras el triunfo resumen su historia: "Primero soy de Racing, después argentino". La pasión y compromiso que siempre mostró con la Academia quedarán grabados en la memoria de los hinchas, consolidándolo como un ícono eterno del club.