Generales

La fiesta del muñeco en 17 y 53: 30 años de tradición platense y pasión en la quema de año nuevo

La esquina de 17 y 53 en La Plata se convierte cada 1 de enero en el epicentro de una celebración que une a miles de platenses en torno a una tradición única: la quema de muñecos. Este año, la famosa fiesta celebra su 30º aniversario con el emblemático muñeco titulado "Cohete espacial - 30 años", marcando tres décadas de pasión, creatividad y comunidad.

A las 2.20 de la madrugada, el tránsito en la rambla de la avenida 19 es un caos de autos y familias que, tras brindar y compartir sus deseos para el nuevo año, se dirigen a la esquina de 17 y 53. La espera para la gran quema está a punto de comenzar y, como cada año, la multitud se agrupa expectante para vivir el espectáculo ígneo que marca el inicio del nuevo año.

La fiesta, que comenzó en 1994 con un Demonio de Tazmania de diez metros de alto, ha evolucionado con el tiempo, incorporando un equipo de artistas y vecinos que contribuyen a crear figuras cada vez más elaboradas y simbólicas. Desde la primera competencia con el muñeco rival de una panadería cercana hasta el actual "Cohete espacial", la tradición ha ganado notoriedad y se ha convertido en un fenómeno cultural único en el mundo.

Juan Carlos Román, uno de los pioneros de la tradición, recuerda cómo la fiesta se gestó con un grupo de amigos y vecinos. “Al principio era todo muy rústico. Luego, con la incorporación de artistas del barrio, la calidad de las creaciones mejoró notablemente”, explica. La técnica para apagar el fuego, con explosiones controladas, se convirtió en un elemento distintivo de la celebración, garantizando tanto la seguridad como el impacto visual.

La autogestión ha sido siempre el corazón de la fiesta. A lo largo de los años, el grupo ha evitado patrocinadores y ofertas externas para mantener el carácter barrial y genuino de la celebración. Las fiestas previas al 1 de enero, organizadas para recaudar fondos, se han convertido en una parte integral de la tradición, celebradas en lugares improvisados y marginales que luego se transforman en vibrantes espacios de encuentro.

La fiesta también ha servido como plataforma para reflexiones y mensajes sociales, reflejando en sus figuras temáticas y alegóricas desde cuestiones míticas hasta críticas sociales. La quema del muñeco simboliza un ritual de purificación y renovación, ofreciendo a los asistentes una oportunidad para dejar atrás el pasado y recibir el nuevo año con esperanza.

En sus 30 años, la Fiesta del Muñeco en 17 y 53 ha superado desafíos y controversias, incluyendo intentos de trasladar la celebración a otros lugares y regulaciones municipales. A pesar de las dificultades, el espíritu del grupo ha permanecido intacto, con cada año renovando su compromiso con la comunidad y su pasión por la tradición.

Este año, con la celebración del "Cohete espacial - 30 años", los platenses están llamados a unirse una vez más a la fiesta, que promete seguir siendo el símbolo de la creatividad, la resistencia y el orgullo barrial. ¿Te la vas a perder? La esquina de 17 y 53 te espera para recibir el nuevo año con el calor y la magia de una tradición única.La esquina de 17 y 53 en La Plata se convierte cada 1 de enero en el epicentro de una celebración que une a miles de platenses en torno a una tradición única: la quema de muñecos. Este año, la famosa fiesta celebra su 30º aniversario con el emblemático muñeco titulado "Cohete espacial - 30 años", marcando tres décadas de pasión, creatividad y comunidad.

 

A las 2.20 de la madrugada, el tránsito en la rambla de la avenida 19 es un caos de autos y familias que, tras brindar y compartir sus deseos para el nuevo año, se dirigen a la esquina de 17 y 53. La espera para la gran quema está a punto de comenzar y, como cada año, la multitud se agrupa expectante para vivir el espectáculo ígneo que marca el inicio del nuevo año.

La fiesta, que comenzó en 1994 con un Demonio de Tazmania de diez metros de alto, ha evolucionado con el tiempo, incorporando un equipo de artistas y vecinos que contribuyen a crear figuras cada vez más elaboradas y simbólicas. Desde la primera competencia con el muñeco rival de una panadería cercana hasta el actual "Cohete espacial", la tradición ha ganado notoriedad y se ha convertido en un fenómeno cultural único en el mundo.

Juan Carlos Román, uno de los pioneros de la tradición, recuerda cómo la fiesta se gestó con un grupo de amigos y vecinos. “Al principio era todo muy rústico. Luego, con la incorporación de artistas del barrio, la calidad de las creaciones mejoró notablemente”, explica. La técnica para apagar el fuego, con explosiones controladas, se convirtió en un elemento distintivo de la celebración, garantizando tanto la seguridad como el impacto visual.

La autogestión ha sido siempre el corazón de la fiesta. A lo largo de los años, el grupo ha evitado patrocinadores y ofertas externas para mantener el carácter barrial y genuino de la celebración. Las fiestas previas al 1 de enero, organizadas para recaudar fondos, se han convertido en una parte integral de la tradición, celebradas en lugares improvisados y marginales que luego se transforman en vibrantes espacios de encuentro.

La fiesta también ha servido como plataforma para reflexiones y mensajes sociales, reflejando en sus figuras temáticas y alegóricas desde cuestiones míticas hasta críticas sociales. La quema del muñeco simboliza un ritual de purificación y renovación, ofreciendo a los asistentes una oportunidad para dejar atrás el pasado y recibir el nuevo año con esperanza.

En sus 30 años, la Fiesta del Muñeco en 17 y 53 ha superado desafíos y controversias, incluyendo intentos de trasladar la celebración a otros lugares y regulaciones municipales. A pesar de las dificultades, el espíritu del grupo ha permanecido intacto, con cada año renovando su compromiso con la comunidad y su pasión por la tradición.

Este año, con la celebración del "Cohete espacial - 30 años", los platenses están llamados a unirse una vez más a la fiesta, que promete seguir siendo el símbolo de la creatividad, la resistencia y el orgullo barrial. ¿Te la vas a perder? La esquina de 17 y 53 te espera para recibir el nuevo año con el calor y la magia de una tradición única.