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En La Academia de Avellaneda, el Benjamín del Lobo adelantó el día del Niño y aprobó un examen de fuego con 10
Siempre en cada familia los chicos suelen dar una alegría. Este es el caso de Benjamín Domínguez, que a una semana del día del Niño se puso el traje del Mellizo Barros Schelotto y le regaló a Gimnasia la victoria más necesaria del año.
Tras cuatro derrotas consecutivas, el Lobo se recuperó con un triunfo que tiene sabor a hazaña, ya enfrente estaba el equipo de Costas, uno de los tres grandes protagonistas que hasta el momento tiene el campeonato.
Con una actuación estupenda de Domínguez, quien marcó un gol de cabeza a los trece minutos del primer tiempo, el equipo de Méndez rompió los pronósticos y se vino festejando de Avellaneda.
De esta manera cortó una racha negativa y se ilusiona con poder hacerle un gran partido a River, el sábado que viene en el estadio del Bosque.
El equipo de Costas, que venía como gran protagonista junto a Unión y Huracán en la Liga Profesional, salió a buscar el partido y exigió a la defensa Tripera.
El Lobo marcó en línea y ordenado. Los volantes jugaron de forma sincronizada, al igual que la defensa, que aguantó todos los embates del equipo local.
El partido fue muy entretenido y con intensidad. Los dos buscaron el arco de enfrente, pero solo el Lobo lo encontró. En efecto, en el segundo tiempo Gimnasia estuvo más cerca de ampliar la diferencia, que Racing de empatar. Castillo falló en una definición y el árbitro tampoco se mostró a favor del Lobo para chequear las jugadas dudosas.
La Academia fue claramente superior en el segundo tiempo con un Carbonero indomable que volvió loca a la defensa. Pero no pudo empatar. Ni siquiera provechó un penal dudoso que le sancionaron en contra a Gimnasia y que Martínez estrelló en el travesaño.