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El primer clásico platense: una pasión que nació en 1916

En un soleado domingo de agosto de 1916, la ciudad de La Plata fue testigo de un acontecimiento histórico: el primer enfrentamiento entre Gimnasia y Estudiantes, dos equipos que desde entonces se convertirían en los máximos rivales del fútbol platense.

En un contexto de gran efervescencia deportiva y social, el clásico platense se convirtió rápidamente en un evento de gran relevancia para la ciudad. La prensa local cubrió el encuentro con entusiasmo, destacando la pasión de los hinchas y la importancia de este nuevo capítulo en la historia del fútbol argentino.

"La Plata footballística ha ganado con este encuentro una de sus mejores páginas", escribió El Argentino en su edición posterior al partido.

Los orígenes del clásico se remontan a unos años antes, cuando ambos clubes se encontraban en pleno ascenso. Gimnasia, fundado en 1887, había logrado el ascenso a Primera División en 1915, mientras que Estudiantes lo había conseguido un año antes. La ciudad, en plena expansión y con una población cada vez más numerosa, se preparaba para vivir una experiencia única.

El primer clásico se jugó en la cancha de Estudiantes, en un ambiente de gran expectativa y con una concurrencia que superó las 3.000 personas. El partido, que terminó con la victoria de Gimnasia por 1 a 0, fue intenso y apasionado, dejando una huella imborrable en la memoria de los presentes.

Desde aquel primer encuentro, el clásico platense se ha convertido en una de las rivalidades más importantes del fútbol argentino. La pasión, el fervor y la entrega de los hinchas de ambos equipos han hecho de este enfrentamiento un evento único en su tipo.